Olimerca.- Tras la confirmación de Luis Planas como titular de Agricultura, a primeros del mes de enero, después de muchos meses de ocupar el cargo de manera interina, y donde la toma de decisiones importantes han estado prácticamente en stand by, ante la falta de verdadero poder decisorio, las últimas manifestaciones del conjunto del sector agrario y ganadero parece que han sido un auténtico revulsivo para la administración central, que lo último que quiere es un sector agrario y ganadero en pie de guerra, un día sí y otro también.

La gota que ha colmado el vaso se ha puesto de manifiesto en las distintas movilizaciones que se han celebrado y se van a celebrar en los principales núcleos y poblaciones andaluzas y extremeñas.

Ante los últimos acontecimientos, el titular de Agricultura, Luis Planas, ya ha manifestado su predisposición para atajar estas movilizaciones. Y así, esta semana ha convocado la Mesa del Diálogo Agrario  para el día 3 de febrero con las organizaciones agrarias  Coag, Asaja y UPA, y el jueves con el propio sector del olivar y del aceite de oliva para analizar sus problemas y encontrar salidas que tranquilicen los ánimos.

Son muchas las razones y argumentos que han lanzado a la calle a este importante colectivo, y es por ello que es necesario que las distintas administraciones de verdad entren de lleno a buscar soluciones o alternativas que garanticen el futuro, no sólo de agricultores y ganaderos, sino de cientos de poblaciones que viven de uno de los pilares claves de la economía española.

Son muchas las razones y argumentos que han lanzado a la calle a este importante colectivo, y es por ello que es necesario que las distintas administraciones de verdad entren de lleno a buscar soluciones o alternativas que garanticen el futuro, no sólo de agricultores y ganaderos, sino de cientos de poblaciones que viven de uno de los pilares claves de la economía española.

¿Cómo vamos a afrontar la despoblación de esa España que se vacía cada año, mientras se empobrecen los agricultores profesionales, que se ven obligados a emigrar a las grandes ciudades para encontrar un futuro mejor?

Prueba de este malestar general del sector es que en estas manifestaciones todos coincidían en exigir la mejora de los precios de los productos agrarios, además de cuestionarse la implantación de una nueva subida del Salario Mínimo interprofesional.

Mal comienzo para la legislatura de Planas que tiene sobre la mesa problemas tan importantes como los aranceles de EE.UU, la negociación presupuestaria de la PAC, que se llevará a cabo este mes de Febrero, las competencias del Desarrollo Rural que todavía están por definir, la crisis tan importante en el sector del olivar y del aceite de oliva, etc.

Los agricultores y los industriales ya están cansados de buenas palabras. Todos quieren soluciones o alternativas reales al problema de los aranceles desde Estados Unidos, quieren un mayor compromiso por parte de la administración.

No es sólo cuestión de ayudas o subvenciones, o de retirar aceite durante seis meses, que ya sabemos todos que es pan para hoy y hambre para mañana. Es necesario adoptar políticas que impulsen la comercialización de los productos, la concentración de la oferta, la internacionalización, además de vigilar y penalizar las prácticas comerciales desleales. Todo ello en aras de que se consiga el sostenimiento de los precios en origen y la estabilidad y los precios razonables pensando en el consumidor.