A pesar de los importantes e históricos problemas que arrastra el sector del aceite de oliva, todavía hay esperanzas y alternativas de éxito basadas en añadir valor añadido a la materia prima, haciendo sostenible el modelo de negocio y también extrapolable a otras empresas del sector agroalimentario. El objetivo final es contribuir con todo ello a revertir el despoblamiento rural.

Desde Oleosetin hemos puesto en marcha un conjunto de experiencias en torno al oleoturismo y la oleocultura, que hemos bautizado como “Las 7 cosechas”. Esta filosofía se resumen en el siguiente manifiesto:

 Lo más importante en el mundo rural son sus gentes. Sin ellos, el territorio cambiaría drásticamente de fisonomía, dejando de ser lo que actualmente conocemos. Se necesita formación, crear capital humano y valorar a las personas.
 Extremadura cuenta con unas ventajas competitivas enormes. Tenemos que pulir esos diamantes en bruto que otros no tienen y sacarles todo el valor añadido.
 El éxito pasa por conjugar de forma adecuada las “4 Co…”: Colaboración, Cooperación, Compenetración y sobre todo Compromiso. Deben ser transversales e implicar no solo a lo privado, sino también a lo público, a lo grande y a lo pequeño, a lo diverso y a lo distinto, en definitiva, a todos. La realidad se puede cambiar
 No se puede soportar en el mundo rural la misma fiscalidad que en el mundo urbano. La deslocalización de los puntos de consumo, el sobrecoste de transportes de insumo y productos, las dificultades de vivienda para los trabajadores, las limitaciones del acceso al mundo digital, etc, convierten a las empresas rurales en menos competitivas.
 Es urgente y necesario simplificar la burocracia que atrapa al emprendedor, acaba con sus fuerzas, socava su ánimo y convierte el talento y la ilusión en un nuevo fracaso.
 Los pueblerinos, según la RAE “los toscos e incultos”, somos los que cuidamos y mantenemos en mundo rural ¿No sería justo que se pagase a “los pueblerinos” por mantener el mundo rural que es un patrimonio de todos y todos lo disfrutamos?
 El turismo tiene un papel primordial en el mundo rural, pues es la llave que conecta al ciudadano anónimo con el territorio y abre la puerta a que se enamore de él y pueda contribuir a su sostenibilidad, de forma activa o pasiva.
 El olivar y en concreto el de la zona norte de Cáceres es un cultivo social: trabajo familiar, muchos jornales, protege el medio natural de grandes incendios, ayuda a la biodiversidad, transmisión de legado y tradiciones, forma parte de nuestro ADN. Por todo ello es necesario protegerlo con alguna figura jurídica tipo D.O., I.G.P. manzanilla cacereña, etc, que diferencie nuestro producto único y exclusivo.
 Debemos buscar otras cosechas que den valor añado e ingresos a nuestro olivar: manejo ecológico, transformación del producto, venta directa sin intermediarios, cultura y relato, economía circular, reutilización de subproductos y por supuesto, enseñarlo todo a través de las distintas formas de turismo.

El mercado es sagrado y tiene sus propias leyes, pero creemos que debe existir un precio justo y debe ser aquel que nos permita vivir de forma digna y poder quedarnos en nuestros pueblos

Desde Oleosetin hemos logrado a través de nuestros métodos que el cultivo del olivar nos proporcione siete cosechas de productos inteligentes, para hacerlo sostenible, poder compartirlo y transmitirlo a otras generaciones. Por ello no pensemos tanto en qué mundo vamos a dejar a nuestros hijos, sino que hijos vamos a dejar a nuestro mundo.