Olimerca.- Los miembros del House Committee on Appropriation (Comité de Apropiaciones de la Cámara) han pedido a la FDA (Administración de Drogas y Alimentos) que actualice su informe sobre la autenticidad del aceite de oliva virgen extra vendido en los Estados Unidos, que está vigente desde el 2015.

Según publica la web americana oliveoiltimes, la noticia ha sido recibida con los brazos abiertos por la Asociación Norteamericana de Aceite de Oliva (NAOOA), que consideran que este tipo de pruebas rigurosas permitirán asegurar la confianza de los consumidores estadounidenses y alejarse de algunas de las retóricas falsas y subjetivas que giran alrededor del aceite de oliva y que no se basan en pruebas científicas independientes.

El estudio anterior de la FDA, realizado en 2015, probó 88 productos etiquetados como aceite de oliva virgen extra. Utilizó el método de cromatografía de gases adoptado por el Consejo Oleícola Internacional para determinar la composición y el contenido de los esteroles y el dialcohol triterpénico. Tres muestras (3,4 por ciento) no cumplieron los criterios de pureza establecidos por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, basados ​​en composiciones de desmetilesterol y dialcómero triterpénico, es decir, fueron adulteradas.

Ese 3,4 por ciento equivaldría a más de 10.000 toneladas de aceite de oliva consumido en los Estados Unidos cada año -o el consumo anual de alrededor de 10 millones de estadounidenses- que fueron "posiblemente adulterados con aceite de primera calidad y / o aceite de oliva refinado" El estudio examinó los aceites de oliva etiquetados virgen extra para la adulteración.

No obstante, el estudio de la FDA encontró que la mayoría de los aceites probados no fueron adulterados, no midió para la alta calidad o que las muestras cumplieron los estándares químicos y sensoriales para los grados indicados en sus etiquetas.

La FDA dice que le preocupa asegurar que lo que está en la etiqueta se considera auténtico en términos simples, junto con la protección de la salud pública.

Un estudio de la Universidad de California Davis con investigadores de Australia en 2010 mostró que el 69 por ciento de las muestras importadas y el 10 por ciento de las muestras de aceite de oliva calificadas como virgen extra no cumplían los estándares sensoriales de la COI y el USDA.

 Por su parte, la FDA dice que le preocupa asegurar que lo que está en la etiqueta se considera auténtico en términos simples, junto con la protección de la salud pública.

"Los estándares de aceite de oliva actualmente existen en sólo cuatro estados, y no hay un estándar federal obligatorio", afirma el presidente de la NAOOA Mueller. "Un estándar de identidad le daría a la FDA, los estados y la industria un camino claro hacia la consistencia y la autenticidad, fomentar el trato justo dentro de todo el mercado y crear mayores protecciones para los intereses de los consumidores".