Olimerca.- Tras una comparación de las huellas ambientales de 98 productos de base biológica emergentes con sus contrapartes de origen fósil, se ha demostrado que la mayoría de las soluciones de base biológica reducen las emisiones de gases de efecto invernadero. Así lo señalan desde el Centro Científico de la Unión Europea.

Tras el análisis sistemático de las compensaciones ambientales de esos 98 productos, reportadas en 130 estudios, se ha concluido que los productos de origen biológico emitían un 45% menos de gases de efecto invernadero (GEI) durante su ciclo de vida en comparación con sus homólogos fósiles.

A pesar de encontrar que 80 de los 98 productos tenían una huella de GEI menor que las alternativas fósiles, el estudio ha descubierto una gran variación entre los productos de base biológica individuales, y ninguno de ellos alcanza emisiones netas cero.

Además, hay indicios de que pueden surgir otros efectos ambientales como posibles compensaciones, como la eutrofización. Esto último se debe al uso de fertilizantes y puede provocar una deficiencia de oxígeno en el agua, afectando así a la biodiversidad. Esto requiere una atención especial si los bioproductos se van a utilizar a gran escala.

Los hallazgos sugieren que la sostenibilidad ambiental de los productos de origen biológico debe evaluarse individualmente y que se requieren mayores esfuerzos en el desarrollo de productos para alcanzar objetivos climáticamente neutros.