Olimerca.- A punto de finalizar el mes de febrero el sector del aceite de oliva muestra unas buenas vibraciones en lo que se refiere al ritmo de salidas y de comercialización en este segundo mes del año. Aunque habrá que esperar todavía unos días para conocer las primeras estimaciones oficiales por parte del Ministerio de Agricultura, la sensación que parece cundir es que la relativa estabilidad en los precios del aceite de oliva en origen está ayudando a que las operaciones de compra-venta se estén formalizando con una cierta fluidez.

El mayor equilibrio entre oferta-demanda y el incremento de la producción hasta las 800.000 ton, podría traducirse en que en este mes de febrero podamos volver a asistir a unas salidas en torno a las 100.000 toneladas, aunque también existe el temor de que a este ritmo lleguemos con el agua al cuello al próximo enlace entre campañas.

Se nota que los industriales envasadores están aguantando el tipo, a pesar de los niveles actuales de precios, sobre todo donde se observa un cierto grado de recuperación es en las exportaciones, lo que de por sí es una buena noticia.

En otro orden de cosas, gracias a las lluvias que han caído en algunos días de enero y febrero los agricultores miran con optimismo la evolución del olivo, aunque los menos optimistas apuntan a que todavía quedan los dos meses críticos de floración: abril y mayo, para aventurar una cosecha en la media de 1,2 millón de toneladas.

Sin duda, lo más importante en estos momentos es que los precios parecen haber alcanzado un nivel de sostenibilidad que en buena lógica debería de mantenerse en los próximos dos meses, a no ser que ocurriera una catástrofe en el campo en primavera.

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