Olimerca.- El sector del aceite de oliva español lleva tres meses de auténtico desconcierto y de nervios incontrolados como consecuencia de las dispares declaraciones que el presidente de Estados Unidos lleva realizando, día si y día también, acerca de los posibles aranceles a todos los productos de origen europeo y de numerosos países de todo el mundo.

De momento, lo que si es una realidad es que todos los productos de origen europeo que quieran entrar en el mercado de EE.UU deberán de someterse a una tasa impositiva del 10%; a la espera de que se decidan los nuevos aranceles a partir del 10 de julio (90 días de suspensión que se han aplicado desde el 9 de Abril).

La subida del 10% del arancel apenas si tendrá repercusión sobre nuestro comercio hacia Estados Unidos, dado que la bajada de precios de nuestros aceites de oliva en origen nos ayudará a mantener en equilibrio los PVP de cara al consumidor americano.  Al mismo tiempo, vamos a tener la suerte de que este arancel también será aplicado a otros países productores, con lo que la competitividad de España en el mercado americano se podrá seguir manteniendo.

A modo de ejemplo si el precio de un litro de AOVE en la distribución de EE:UU hace un año estaba en los 15/20€, este año el precio podría experimentar rebajas sustanciales que ayudarán a mantener e incluso dinamizar el consumo. Si aplicamos el arancel del 10% sobre un precio de 12€/litro, estaríamos hablando de un incremento de coste de tan sólo 1,2€/litro.

Aquí no sólo pierde el sector del aceite de oliva de todo el mundo, perderán millones de consumidores que se verán impedidos de poder acceder al mejor producto saludable del mundo

Tan sólo hay que mencionar que en este gran mercado que es Estados Unidos los consumidores aprecian el valor del aceite de oliva por encima de otras grasas vegetales por sus numerosas propiedades saludables y están concienciados sobre la calidad frente al precio. Por ello, es lógico pensar que este incremento de un euro el litro no debería de provocar un desvío hacia otras grasas como la soja o el girasol, más utilizado por una clase media o el canal de restauración.

A modo de conclusión, desde Olimerca consideramos que no es el momento de precipitarse en la toma de decisiones. Aquellas empresas que cuentan con plantas de envasado en el país o tienen acuerdos comerciales con compañías americanas sin duda que jugarán con ventaja, frente a otras compañías con menos desarrollo. Pero también es cierto que si los precios en origen se mantienen en la línea actual de los 4/5 euros/kg se podrá mantener el ritmo exportador sin demasiados problemas. 

Aunque estaría mucho mejor que los políticos comunitarios consiguieran un acuerdo global con el gobierno de Trump y que se mantuvieran las condiciones más favorables para el comercio mundial.