Olimerca.- Desarrollar un estándar de certificación de Créditos de Carbono accesible y de alta escalabilidad en el sector del olivar. Es el objetivo del Grupo Operativo Absorcabolivo, formado por el Grupo Consule, la Universidad de Jaén, la Sociedad Cooperativa Andaluza Santa Teresa de Jesús y la Fundación del Común de Segura (HUB Territorial de Innovación).

Conocedoras estas cuatro entidades de los desafíos a los que el sector del olivar en general, y en particular el olivar tradicional, se enfrentan en la actualidad, se han unido aportando sus conocimientos y potencialidades técnicas para trabajar en el desarrollo de un estándar de certificación de créditos de carbono en el olivar que pueda ser ofertado con garantías en el mercado voluntario del Carbono.

Según los criterios aceptados por el protocolo de Kyoto para la compensación de emisiones de gases de efecto invernadero, se necesitan procedimientos de certificación de las emisiones compensadas que los distintos gobiernos puedan incorporar a su contabilidad general de emisiones/absorciones de cara al cumplimiento o no de los acuerdos adoptados.

Desde marzo de 2024 y hasta el junio de 2025 se desarrollarán las tomas de muestras en fincas tipo, el análisis en laboratorio y análisis de imágenes satélite para comprobar la evolución de las cantidades de carbono almacenados en los suelos del olivar

Por este motivo, la Universidad de Jaén, a través de la Unidad Funcional de Ecología, cuyo responsable es el catedrático Roberto García Ruiz,  del Instituto Universitario de Investigación en el olivar y aceites de oliva (INUO)  y el laboratorio INTELLFOO, al frente del cual está el catedrático Francisco Ramón Feito Higueruela, se han unido con la Consultora Grupo CONSULE, la SCA Santa Teresa de Jesús y la Fundación del Común de Segura para desarrollar un estándar que certifique el incremento del Carbono orgánico almacenado en los suelos del olivar, y que esto pueda suponer una fuente de ingresos a los olivareros, especialmente en áreas donde los gastos de producción, la sensibilidad edáfica a la erosión y la competencia intracultivo entre otros, pueda suponer un futuro incierto de este sector productivo rural.

Accesible y escalable
Hacerlo de manera accesible y altamente escalable será otra de las facetas que la UJA va a tratar de facilitar, para llegar al mayor número de agricultores/as y hectáreas con datos de laboratorio y su cotejo con técnicas de teledetección.

Desde el pasado mes de marzo de 2024 y hasta el próximo mes de junio de 2025 se desarrollarán las tomas de muestras en fincas tipo, el análisis en laboratorio y análisis de imágenes satélite para comprobar la evolución de las cantidades de carbono almacenados en los suelos del olivar según las distintas prácticas agronómicas recomendadas para tal fin.

Los resultados se irán compartiendo con los agricultores a lo largo de la ejecución del proyecto, como destinatarios últimos de los beneficios que se deriven del mismo, a través de jornadas formativas e informativas que busquen el mayor impacto social.