Olimerca.- A pesar de que el sector de la producción ecológica española sigue sumando datos positivos que refuerzan la línea ascendente que sigue este sector, nuestro país ha perdido en el último año 2020 el liderazgo en Europa en cuanto a superficie agraria ecológica. Así lo refleja el Informe Anual de la producción Ecológica en España 2022, un documento elaborado por Ecovalia presentado ayer, 2 de marzo, en la Real Fábrica de Tapices de Madrid.

Concretamente, España contaba en el 2020 un total de 2,4 millones de ha, frente a las 2,5 MM de ha de Francia, lo que convierte este país en el primero de la UE.  En total en Europa se cuentan más de 17 millones de ha, de las que Austria y Suecia son las que más han aumentado sus superficie ecológica.

Entre los cultivos con mayor superficie en España encontramos al olivar, que con 222.723 hectáreas ha desplazado de la primera posición a los cereales, que ocupan 216.624 hectáreas, seguido de los frutos secos, con 196.941 hectáreas.

De cara al 2030 en España tenemos que pasar del 10% de la superficie agraria útil actual al 25% fijado por la Unión Europea, por lo que nuestro país tendrá que sumar en los próximos años más de 4 millones de hectáreas.

Atendiendo a los datos por Comunidades Autónomas, el ranking de superficie agraria útil en ecológico lo lideran: Cataluña, con un 24,8%; seguido de Andalucía, con un 22%, y Comunidad Valenciana y Baleares, ambas con un 19,6%.

El presidente de Ecovalia, Álvaro Barrera, ha señado que, aunque el sector está en crecimiento, “se hace necesario una apuesta decidida de las administraciones, a todos los niveles, por la producción ecológica, un sistema que está en el centro de la mesa de las políticas europeas en el horizonte 2030”.

En cuanto al valor del mercado, España se estima que alcanzó en 2021 los 2.752 millones de euros, por lo que necesitaría más de 7.500 millones para llegar al reto de 2030 o, lo que es lo mismo, incrementar un 10% el consumo. Por otra parte, el gasto per cápita, según estimaciones, se situó en 2021 en torno a los 59,2 euros, aún lejos de los 418 euros por habitante/año que gastan los suizos.

Barrera concluye que, un año más, “todos los agentes de la cadena -productores, elaboradores y distribuidores- han estado a la altura y han dado respuesta a las necesidades de la sociedad, una sociedad que cada vez está más concienciada y que apuesta por la producción ecológica, un sistema que es agronómicamente productivo, económicamente rentable, medioambientalmente necesario y una respuesta a la salud”.