Olimerca.- En el encuentro celebrado en Madrid esta semana por la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), con motivo de la del presidente del Consejo de Jóvenes Agricultores Europeos, Joris Baecke, las Juventudes Agrarias de COAG han puesto en marcha su nueva campaña de visibilización, sensibilización y movilización para poner en valor el componente estratégico del relevo generacional en el campo para la seguridad alimentaria, el empleo y el desarrollo rural, bajo el nombre: ‘Mamá, quiero ser agricultor’.

Las Juventudes Agrarias han presentado los resultados del estudio de campo ‘Juventud Agraria, en busca de una nueva identidad profesional’, que desvela que las solicitudes de incorporación de jóvenes al sector agrario se han incrementado un 79% en el último año. COAG explica que la alta tasa de paro entre los jóvenes españoles (59%), la ausencia de alternativas laborales en las zonas rurales y el potencial crecimiento del sector agroalimentario en nuestro país, han hecho que los jóvenes comiencen al volver al campo.

Según los resultados obtenidos en este estudio, los ajustes presupuestarios están haciendo que haya demoras para recibir las ayudas. Más de la mitad de los agricultores jóvenes, el 53%, trabaja por cuenta propia, mientras que un 32% lo hace para el negocio o explotación familiar. En la encuesta que acompaña al estudio se ve que la cercanía al puesto de trabajo, la independencia para tomar decisiones, las relaciones entre compañeros o el tipo de actividad es lo que más atrae a los jóvenes a la hora de elegir esta profesión. Mientras que la rentabilidad económica o el poco tiempo que tienen para compaginar el trabajo con otras actividades es lo que menos atractivo les parece.

El 82% de los jóvenes agricultores españoles produce de manera convencional, mientras que el 18% lo hace de forma ecológica, sobre todo si son chicas. El número medio de trabajadores por explotación es de 1,85. El 39% de las explotaciones sólo tiene un empleado, el 12% llega a diez y el 3% tiene más de diez.

En el informe se hace hincapié en que, a pesar de que la agricultura tiene muchos sectores deficitarios, como la leche, los cereales, el azúcar o las oleaginosas, hay otros con capacidad exportadora y una gran proyección en los mercados internacionales, como las frutas, las hortalizas, el vino, el aceite de oliva o el porcino, y anima a los jóvenes a no abandonar el campo “porque supondría la deslocalización de la producción y la dependencia alimentaria”. En este sentido, COAG va a realizar un análisis por regiones para conocer las necesidades de los jóvenes que quieran incorporarse al sector.

Según datos del Consejo Europeo de Jóvenes Agricultores (CEJA), cada joven que se incorpora a la agricultura genera 8 puestos de trabajo indirectos en el medio rural. El informe señala también que “ante el estallido de las burbujas inmobiliaria, energética y financiera, la sociedad está volviendo lavista hacia los sectores de la economía real”, como la agricultura un eslabón básico de una cadena que incluye a la industria agroalimentaria, el comercio, la hostelería e incluso el turismo y la gastronomía.