Olimerca.- Tras cinco años de trabajo, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía ha culminado el desarrollo del proyecto Agricore, una herramienta de simulación para predecir los efectos de las políticas agrarias, que ha presentado a la Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea. En ella han participado una decena de empresas e instituciones, entre las que están universidades y centros de investigación de Italia, Polonia y Grecia. 

Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía se ha encargado de hacer el estudio de campo en la región sobre explotaciones de olivar ecológico. Durante este tiempo han realizado más de 200 encuestas a agricultores para valorar sus necesidades, analizando parámetros sociales, culturales, económicos y ambientales. 

La información extraída en esta investigación ha sido de gran utilidad para alimentar la base de datos de la herramienta informática y generar la población sintética. Este instrumento de modelación, basado en agentes (MBA), permite conocer de antemano cómo repercutirán los cambios en las ayudas. Entre otras cuestiones, se tendrá en cuenta su sostenibilidad ambiental, el desarrollo rural o la presencia en los mercados donde se pongan en marcha. 

Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía se ha encargado de hacer el estudio de campo en la región sobre explotaciones de olivar ecológico. Durante este tiempo han realizado más de 200 encuestas a agricultores para valorar sus necesidades

Todo esto desde un nivel regional hasta una escala más global y en diferentes países y escenarios políticos, lo que le atribuye una gran versatilidad. Para lograrlo, el proyecto usa avances en big data, inteligencia artificial, solucionadores matemáticos y servicios de computación en la nube, entre otros.

Beneficiarios de Agricore
Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía ha mostrado el trabajo realizado junto al resto de miembros del Consorcio Agricore, en el que están otras instituciones y empresas andaluzas. 

Durante encuentro, se ha subrayado el potencial del proyecto para contribuir a la evaluación de las políticas agrarias. El primer beneficiario será la propia Dirección General de Agricultura que podrá disponer de la herramienta para conocer los efectos que pueden tener los cambios en la PAC. 

También podrán hacer uso de la misma otras administraciones de ámbito nacional y regional de los estados miembros, así como empresas y departamentos técnicos dedicados a la gestión en ayudas de este tipo.