Olimerca.- La Asociación de Regiones Europeas de los Productos de Origen (Arepo) ha celebrado en Grecia su asamblea para elegir a sus representantes durante los próximos tres años. Tras la misma, la Presidencia de la Asociación ha quedado a cargo de la región de Lombardía; mientras que, la Vicepresidencia ha recaído en la Conferencia Andaluza de Denominaciones de Origen (Cado), a propuesta de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural.

De esta manera, Andalucía consigue un rol relevante en un organismo decisorio para la defensa de la calidad de los productos agroalimentarios, siendo una de las regiones más importantes del sector en Europa ya que cuenta con más productos amparados por figuras de calidad: 29 Denominaciones de Origen Protegido (DOP) y 36 Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) que reflejan las buenas prácticas de producción, el uso sostenible de los recursos naturales y la fusión de la experiencia con la tradición para potenciar las propiedades geográficas de la tierra y garantizar las propiedades nutritivas y sensoriales de los alimentos.

En Arepo, Andalucía estará representada por César Saldaña, presidente de la Cado, una entidad formada por grandes profesionales y empresas de Andalucía que tienen proyección internacional y que ampara los productos con certificación de origen asentados en el territorio y en las tradiciones culturales como fuente de riqueza.

Andalucía consigue un rol relevante en un organismo decisorio para la defensa de la calidad de los productos agroalimentarios, siendo una de las regiones más importantes del sector en Europa 

La Cado y la calidad agroalimentaria andaluza
La Conferencia Andaluza de Denominaciones de Origen, fundada en 2012, representa los intereses de más de mil productores de distintas denominaciones de origen y de todas las figuras de calidad andaluzas que cuentan con consejos reguladores. En concreto, cobija a 36 consejos reguladores, entre los que se destacan diez del sector de los aceites de oliva virgen extra.

Uno de sus objetivos es la búsqueda de vertebración de toda la agroindustria andaluza, fomentando la implicación de los territorios. A su vez, mantiene una interlocución ágil con las administraciones y con los diferentes representantes de los sectores productivos.