Olimerca.- La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) advierte de que la desigual DANA del pasado fin de semana sigue dejando en el aire más de 300.000 toneladas de la próxima cosecha de olivar. Los chubascos tormentosos que han caído en la mitad centro y sur de la península se han quedado lejos de las necesidades hídricas de las explotaciones de secano, de cara a mitigar los efectos de la persistente sequía en las principales zonas productoras de aceite de oliva.

Los últimos datos de la AICA ponen de manifiesto que la campaña 2023/2024, (que finaliza el 30 de septiembre), acabará con la menor cantidad de aceite de enlace de los últimos años, (200.000 toneladas), “lo que en la práctica supone que las bodegas estarán prácticamente vacías hasta que llegue, en el mes de diciembre, el grueso de la cosecha de aceite”, ha puntualizado Juan Luis Ávila, responsable del sector de olivar de COAG.

La Coordinadora recuerda que las campañas oleícolas de comercialización comienzan el 1 de octubre y finalizan el 30 de septiembre del año siguiente, igual que el año hidrológico. Sin embargo, la recogida de aceituna y la producción de aceite no se generaliza hasta noviembre o diciembre. Habrá producción en septiembre y octubre, pero de los aceites llamados tempranos o verdes, que se comercializan a un precio más alto. 

Según los datos, aún provisionales, de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), en el mes de agosto recién finalizado había unas existencias de 271.968 toneladas de aceite (49.216 toneladas menos que el año pasado), de las cuales 138.662 toneladas se encontraban en manos de los productores; 131.741 toneladas de los envasadores, y 1.564 en el Patrimonio Comunal Olivarero.

"Técnicamente el inicio real de la campaña de producción se hará con las bodegas a cero tanto en España como en Europa y en el mundo"

En este contexto, COAG reclama al Ministerio de Agricultura que se ponga manos a la obra y concrete de forma urgente el desarrollo de la norma de almacenamiento, congelada desde hace 3 años. “Con un stock estratégico de aceite almacenado se podrían evitar fluctuaciones tan acusadas al alza para los consumidores en épocas de sequía como las actuales, al tiempo que se podría garantizar una estabilidad de precios a los agricultores en campañas de gran producción, retirando producto del mercado”, ha subrayado el responsable de olivar de COAG.