Rueda de Prensa del Grupo Dcoop 27 Noviembre

Olimerca.- A pesar de que el mercado del aceite de oliva en origen en España tiene arraigados muchos problemas desde hace años, como son la dependencia del agua a la hora de fijar las producciones en el lado de la oferta y las fluctuaciones de los precios para abordar y fijar un PVP estable para el consumidor, tanto nacional como exterior, ayer Antonio Luque, Presidente del mayor grupo cooperativo de España, Grupo Dcoop, aprovechando un encuentro con medios de comunicación no dudo en poner sobre la mesa una cuestión que sin duda va a levantar ampollas en el conjunto del sector aceitero: EL FRAUDE.  Un tema absolutamente delicado y que seguro que va a tener una gran trascendencia social y empresarial en nuestro país e incluso más allá de nuestras fronteras.

Antonio Luque no dudó en afirmar que en nuestro país y desde hace 40 años hay empresas que todo el mundo conoce que hacen caja mezclando aceites de girasol, de orujo o de cártamo con oliva refinado para poder ser competitivos en el mercado.

Luque denunció que tampoco desde la Unión Europea se toman en serio estos controles, dado que con la normativa actual sólo vigila el correcto etiquetado y el análisis sensorial, pero nunca los fraudes o las mezclas

Luque defendió que era el momento de dejar de hablar del Panel Test y el análisis sensorial para los aceites de calidad y poner el foco de atención en estas prácticas que, aunque no se pueden detectar con los métodos químicos actuales, hay claras evidencias que en algún momento se han trasladado a la Fiscalía y que no han tenido ninguna respuesta.

Desde Dcoop defienden que en España no hay interés por combatir el fraude y buena prueba de ello es que el sistema que se quiso implantar de control de la trazabilidad voluntario dentro de la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero no ha tenido ninguna aceptación, lo que se traduce en que nadie quiere someterse a esos controles que garantizan toda la trazabilidad en la cadena de valor.

Por otra parte, Luque denunció que tampoco desde la Unión Europea se toman en serio estos controles, dado que con la normativa actual sólo vigila el correcto etiquetado y el análisis sensorial, pero nunca los fraudes o las mezclas.

Finalmente, Luque puso sobre la mesa la falta de compromiso contra el fraude por parte de las dos organizaciones empresariales más importantes del sector: Asoliva (Exportadores) y Anierac (refinadores y envasadores) y argumentó que la decisión de no pertenecer a estas organizaciones era precisamente porque no coincidían en los criterios de actuación y las discrepancias en la toma de decisiones.

Al cierre de esta noticia, desde Anierac y Asoliva han afirmado a Olimerca que tras estas declaraciones están preparando un comunicado oficial para responder a estas acusaciones tan graves y sin pruebas.

Desde Olimerca abrimos un canal de comunicación con el conjunto del sector para que puedan opinar libremente sobre este debate abierto. Sus respuestas serán tratadas de manera confidencial.

 Puedcen escribir sus opiniones a: [email protected]

Balance de la campaña
Al margen de la polémica que se ha desatado con el tema del fraude, Antonio Luque ofreció un breve balance de la campaña 2024. Así, afirmó haber alcanzado una facturación de 1.600 millones de euros, frente a los 1.400 millones facturación en 2023 (de los que el aceite supuso cerca de 847 millones de euros.

Respecto a las previsiones de esta nueva campaña, Luque estima que la facturación se podrá resentir debido a la bajada de precios.

En este contexto Luque mostró su preocupación acerca de cómo se va a poder recuperar el consumo de aceite de oliva, dado que hemos pasado de unas salidas medias en años anteriores de 142.000 toneladas/mes  a 92.000 toneladas/mes en el 2024, con lo que estamos obligados a alcanzar como mínimo las 120.000 ton para que podamos llegar a finales de septiembre de 2025 con unos stocks suficientes.