Olimerca.- Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos denuncia que se está especulando en torno a los precios del aceite de oliva y reclama que se vigilen estas praxis, que están provocando “unas bajadas considerables a los agricultores, incluso por debajo de costes, y que tampoco está viendo el consumidor”.

La organización constata disminuciones de precios en la aceituna para almazara de hasta el 40% con respecto de los precios de la campaña pasada. “Tales precios, amenazan la rentabilidad del cultivo del olivar, con especial mención al olivar tradicional no mecanizable, que pone en riesgo en torno a 600.000 has. de este cultivo en amplias zonas del país”, aseguran.

Así, insiste en que vender la aceituna a precios que no superan los altos costes de producción que alcanzan los 0,75 €/kg “es condenar a la desaparición de casi un tercio de la superficie de olivar en el Estado. Más aún cuando la ayuda asociada al olivar con dificultades específicas y alto valor medioambiental, apenas superan los 52 €/ha para el tramo de las primeras 10 has y los 26 €/ha para el resto de la superficie, por lo que las medidas adoptadas, en opinión de Unión de Uniones, son insuficientes. La ficha financiera total supone 27,6 M€ / año”.

La organización constata disminuciones de precios en la aceituna para almazara de hasta el 40% con respecto de los precios de la campaña pasada. “Tales precios, amenazan la rentabilidad del cultivo del olivar, con especial mención al olivar tradicional no mecanizable"

Beneficio para la gran distribución
Unión de Uniones explica que  esta situación se basa en las previsiones de cosecha que, en base a los datos de aforo más actualizados, cifran la producción en torno a las 1.400.000 de toneladas, cosecha superior a las campañas pasadas pero muy desigual en los distintos territorios: crecimiento en Andalucía y Castilla La Mancha, en menor medida en Extremadura y fuerte disminución en Aragón, Valencia y Cataluña con descensos superiores al 50 y 70% de la cosecha en el caso de la Comunidad Valenciana.

En este contexto, diversas asociaciones de consumidores constatan la especulación que las distribuidoras alimentarias están llevando a cabo con una disminución superior al 10% de las adquisiciones de AOVE, que solo repercute en los lineales en un 2,5%.

“Es el juego de siempre, el primer eslabón, los productores de oliva, y el último, los consumidores, son exprimidos para que industria y, sobre todo, la gran distribución amase beneficios a costa de toda la cadena”, se insiste desde la organización. “Mientras la administración mira para otro lado inhibiéndose de sus responsabilidades a la hora de arbitrar un reparto justo en la cadena de valor de un producto, que, no lo olvidemos, ha perdido un 23,8% en sus niveles de consumo de AOVE en los hogares en 2023 y un 30% desde el año 2020”.

Desde la organización se considera que esta campaña es el momento oportuno para que se establezcan normas de comercialización que tengan como objetivo regular la oferta para mejorar la estabilidad y funcionamiento del mercado del sector del aceite de oliva para futuras campañas de tal modo que se habiliten los mecanismos establecidos que permitan disponer de retirada de producto evitando los desequilibrios en precios en origen y destino.