Olimerca.- La XXIX Jornada del Olivar de Asaja-Sevilla ha sido el escenario elegido para presentar los resultados y las experiencias adquiridas en el marco del proyecto Biolivar, que desde septiembre de 2022 se ha estado desarrollando para impulsar la sostenibilidad en el sector olivarero, mejorando la biodiversidad y reduciendo la erosión de los suelos. 

En el grupo operativo que ha desarrollado este proyecto, coordinado por Asaja-Sevilla, han participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a través del Instituto de Agricultura Sostenible (IAS) y la Estación Biológica de Doñana (EBD); la Denominación de Origen Protegida Estepa (DOP Estepa); la empresa Evenor-Tech, Asaja-Andalucía, Syngenta, la Universidad de Córdoba y la Universidad de Jaén. 

Logros
Entre los logros más destacados del proyecto se encuentran la implementación de cubiertas vegetales, que no sólo mejoran la salud del suelo, sino que también incrementan la biodiversidad del ecosistema del olivar. Como explicó el investigador del Instituto de Agricultura Sostenible (IAS-CSIC), José Alfonso Gómez, “el principal beneficio agronómico de las cubiertas, a largo plazo, es el control de la erosión y mantener la capacidad de retener agua en el suelo”. 

En cambio, recordó que “hay que tener en cuenta que el principal factor limitante es la necesidad de equilibrar estas ventajas con el riesgo de competencia por agua con el olivo, y para ello hay que tratar de alcanzar un equilibrio entre estos dos factores”. 

Asimismo, el investigador del IAS-CSIC destacó que una de las aportaciones al proyecto Biolivar ha sido la elaboración de una guía de cubiertas que ayude a los agricultores a la toma de decisiones para su implantación, según los condicionantes y particularidades de cada explotación.  También se ha elaborado una guía informativa sobre la erosión del olivar, con la que se ayuda a evaluar a los riesgos y se ofrecen recomendaciones prácticas y técnicas para minimizarla. Ambas guías estarán disponibles en noviembre.

“El principal beneficio agronómico de las cubiertas, a largo plazo, es el control de la erosión y mantener la capacidad de retener agua en el suelo”

La biodiversidad del olivar
A continuación, los investigadores de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) Xim Cerdà y Ramón Soriguer abordaron la mejora de la biodiversidad del olivar en la comarca de Estepa en base a las experiencias del proyecto. Según Cerdà, el objetivo ha sido comparar la biodiversidad en los diferentes tipos de cultivo de las fincas participantes (riego, secano y superintensivo), muestreando las hormigas mediante trampas de caída.

Estos estudios han reflejado que la mayor diversidad de hormigas se encontraba en la finca de riego (16 especies diferentes), encontrando menos diversidad en la de secano (13 especies) y en la de superintensivo (7 especies).  

En cuanto a las aves, los investigadores de la EBD han observado que es el olivar de riego intensivo, con una diversidad intermedia, el que más cantidad de aves tiene. Como concluyó Ramón Soriguer, “al igual que ocurre con las personas en las ciudades, donde el factor clave es la diversidad de medios y recursos urbanos, en las aves, a la hora de conservar su diversidad y abundancia lo importante no es tanto el olivo ni el tipo de olivar, sino el conjunto de parcelas y tipología de olivar y cultivos en su conjunto, generando un mosaico de hábitat adecuado para darle acogida un mayor número de especies”

El olivar, gran secuestrador de CO2
En la Jornada también se expuso que el proyecto Biolivar ha contribuido a la mejora del balance de carbono, estableciendo estrategias para capturar más CO2 en el suelo, según el profesor de la Universidad de Jaén, Roberto García.

Aseguró que “llegar a la neutralidad del carbono en el sector del olivar se puede conseguir haciendo que el olivar tome la mayor cantidad posible de CO2 de la atmósfera y, al mismo tiempo, que emita la menor cantidad de CO2”. Para ello hay que utilizar prácticas de manejo que potencien el traslado de CO2 desde la atmósfera hacia el suelo y la biomasa y aprender a manejar las entradas y salidas de CO2 en nuestro cultivo.

Como ejemplo del potencial del olivar en el secuestro de carbono, el profesor de la Universidad de Jaén ofreció algunos datos obtenidos en el proyecto Biolivar: “Hemos visto que hay 160 toneladas de CO2 por hectárea almacenadas en las estructuras permanentes del árbol en las fincas seleccionadas del proyecto; en una cooperativa de 10.000 hectáreas, esto son 300 veces el CO2 que emiten durante un año todos los coches del municipio de Estepa”.