Olimerca.- CEQ Italia, filial de QvExtra! España, ha organizado una jornada sobre “La valoración sensorial del aceite de oliva virgen”, en la que Mauro Meloni, director del Consorcio, reivindicó un cambio de vocabulario para la descripción del virgen extra. “No podemos hablar de defectos sobre algo que tiene tantas atributos positivos sensoriales y beneficios nutricionales”, y por esto, añadía que “hay que poner el valor el virgen extra a través del test sensorial”.

En este sentido, Maurizio Servili, de la escuela de agrónomos de la Universidad de Perugia, añadía que, el paso de gigantes en la calidad del virgen extra y los numerosos avances que la ciencia ha hecho, con respecto al conocimiento de los atributos sensoriales y nutricionales del AOVE, no se ven reflejados en el sistema de clasificación de las categorías y aboga por que este sistema se actualice.

Pasquale Constantino, jefe de panel de cata, señaló que “hay gente que se quiere cargar el panel aludiendo a defectos que tiene, pero se trata de resolver esos problemas y mantener un método científico que en la actualidad está muy perfeccionado. Y es que, como demostraba Emilio Gatto, director del instituto de control de la calidad ICQRF, de las muestras “de aceites que analizamos, el análisis físico químico tan solo detecta un 5% de aceites que no son vírgenes extra mientras que a través del panel se identifican hasta un 40%”

En este sentido, la presidenta de QvExtra!, Soledad Serrano, mostraba su asombro ante la corriente de envasadores del sector español que desprestigian el panel como método de control “mientras que los estándares físico-químicos son un auténtico coladero de todas las categorías” y pedía a CEQ la colaboración para que “intentemos que a nivel europeo primero y COI después, se adapten dichos estándares a la producción actual”. Insistía que los productores y envasadores que están obsesionados con eliminar o disminuir el papel del control sensorial es porque elaboran aceites con una calidad que los encuadra en una frontera entre el virgen y el extra.

Habría que producir aceites vírgenes extra potentes, con aromas, sabor y propiedades nutricionales, como los compuestos fenólicos para que así aguanten como tales, durante la fecha de consumo preferente. “Los parámetros del SIQEV no son más que eso: una promesa valiente al consumidor de que el aceite envasado es un extra genuino” y sólo así conseguiremos atraer a los consumidores para que en vez de otras grasas se decanten por el AOVE.

Zefferino Monini y Nicola Pantaleo, representantes del sector de la producción, apoyan la idea de un panel test riguroso como método de valoración de los vírgenes extra y utilizan un sistema de autocontrol cuyos estándares son muy parecidos a los del SIQEV de manera que identifican sus botellas con un sello de calidad diferenciador. Por otro lado, la sugerencia de Meloni, director del Consorcio, es unificar diseños del sello de calidad italiano y del SIQEV español, para tener un mayor impacto visual en el mercado.

Además, en esta jornada, Teresa Perez, gerente de la Interprofesional del Aceite de Oliva español, compartió los avances de SENSOLIVE-Oil que complementaría el panel de cata o, en caso de que funcionase de manera fidedigna, podría sustituirlo.