Olimerca.- Una vez finalizada la recolección de la aceituna, comienzan las labores de poda del cultivo. Desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía, RAIF, recuerdan la importancia de un manejo adecuado de los restos de material vegetal (ramas, hojas, etc.) que han sido eliminados del cultivo y permanecen esparcidos en el suelo de la parcela.

“Es fundamental manejar adecuadamente este material vegetal para evitar la proliferación de plagas como el barrenillo del olivo, que busca principalmente ramas con un diámetro de entre 5 y 10 centímetros para realizar sus puestas”, asegura.

Este insecto pasa el invierno en estado adulto, resguardado en galerías excavadas en la unión de las hojas con las pequeñas ramas. Con la llegada de la estabilidad atmosférica al final del invierno, coincidiendo habitualmente con las labores de poda, los adultos emergen de sus refugios y buscan madera con un movimiento de savia reducido, como la procedente de la poda o de árboles decrépitos debilitados por patógenos que han afectado su vitalidad.

Para evitar la incidencia de esta plaga en el cultivo, la RAIF recomienda “actuar con rapidez y retirar o eliminar todas las ramas procedentes de la poda”

Una vez en estas maderas, los adultos se aparean y excavan galerías, tanto el macho como la hembra, donde depositarán las puestas. Su ciclo biológico avanza y, hacia el mes de mayo, emergen los nuevos adultos, que abandonan estos refugios para dirigirse a los olivos cercanos. Allí excavan galerías en la unión de hojas y frutos con pequeñas ramas, lo que provoca la caída de frutos y la rotura de los brotes terminales, reduciendo así la producción tanto en el presente como en la próxima campaña.

Es por ello que cuando el barrenillo perfora orificios de entrada en árboles debilitados, ya sea por adversidades climáticas o por la incidencia de ciertos agentes, es necesario podar y destruir los órganos vegetativos afectados.

Y para evitar la incidencia de esta plaga en el cultivo, la RAIF recomienda “actuar con rapidez y retirar o eliminar todas las ramas procedentes de la poda”.

Las maderas que vayan a ser aprovechadas para un uso posterior deben almacenarse en lugares herméticamente cerrados entre el 1 de mayo y el 31 de octubre, siguiendo las medidas reguladas por la Ley 43/2002, de 20 de noviembre, de Sanidad Vegetal, y desarrolladas en la Comunidad Autónoma de Andalucía mediante la Orden de 2 de noviembre de 1981:

-Leñeros de obra civil, techados al menos con un cielo raso, con puertas y ventanas tabicadas

-Zanjas o trincheras, con la leña cubierta por un espesor mínimo de 25 cm de tierra

-Albercas, donde la leña quede sumergida en agua.