Olivar de Segura

Olimerca.- El mes de marzo se va a cerrar en el mercado del aceite de oliva en un contexto de gran tranquilidad. Estamos en un momento en el que se han afianzado las certezas de meses atrás, las incógnitas sobre producción se han despejado y los intereses de los envasadores se han fortalecido.

Tras cuatro semanas de lluvias y temperaturas suaves todo apunta a que el olivo se ha recuperado de forma sostenible y si la floración no se ve afectada por algún descalabro, se puede augurar una buena cosecha 2025-26

El único elemento distorsionador que nos podemos encontrar en los próximos meses estará en que este año hay escasez de aceites de calidad, lo que sin duda podría suponer que nos encontramos con un “totum revolotum” que podría provocar nuevas bajadas de precios en origen.

Por otra parte, el sector productor sigue denunciando la irracional caída de los precios en origen y que a los niveles actuales se están traduciendo en inminentes pérdidas.

En este entorno aparece la guerra fría, un sector productor reacio a la venta y que clama por unos precios dignos y por el contrario un sector envasador consciente de la situación y que no se va a poner nervioso. 

Los envasadores van a seguir comprando lo justo y necesario a la espera de nuevos recortes de los precios en origen. Nadie quiere comprar algo que mañana puede ser caro.

Ojo a la oferta que debe llegar desde Turquía y Túnez… ambos países, sobre todo Turquía, acumulan stocks importantes que deben comenzar a vender y que van a condicionar la segunda mitad de la campaña de manera decisiva.