De izquierda a derecha, las investigadoras Alba Tres, Berta Torres y Stefania Vichi.

Olimerca.- Conocer el país de origen de productos como el aceite de oliva influye significativamente en las decisiones de compra de los consumidores y afecta al precio de mercado. La cadena de suministro del aceite de oliva virgen es especialmente vulnerable al fraude, y la falsificación de la declaración de origen es particularmente difícil de detectar. Esto se debe a que, a pesar de las normativas europeas sobre la declaración de origen obligatoria, todavía no existe ningún método oficial para verificar esta información, lo que abre una brecha crítica en la cadena alimentaria.

Un artículo publicado en la revista Food Chemistry compara por primera vez los dos métodos más prometedores entre las técnicas específicas y no específicas para autenticar el origen geográfico del aceite de oliva virgen: el análisis de isótopos estables y el análisis de la huella metabólica (fingerprinting) de la fracción sesquiterpénica (un tipo de compuestos lipídicos).

A pesar de las normativas europeas sobre la declaración de origen obligatoria, todavía no existe ningún método oficial para verificar esta información, lo que abre una brecha crítica en la cadena alimentaria

El estudio, liderado por las profesoras Stefania Vichi y Alba Tres y enmarcado en la tesis doctoral de la investigadora Berta Torres, de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Alimentación, el Instituto de Investigación en Nutrición y Seguridad Alimentaria (INSA) y el Campus Torribera de la Alimentación de la Universidad de Barcelona (UB), cuenta con la colaboración del Research and Innovation Centre de la Fondazione Edmund Mach (Italia) y la Universidad de Perugia (Italia)

En él se destaca el gran potencial del fingerprinting de sesquiterpenos para poder comprobar la autenticación geográfica del aceite de oliva virgen. “Los resultados demostraron que el método de fingerprinting de sesquiterpenos superó en fiabilidad los métodos isotópicos en diversos aspectos, como la exactitud de clasificación, la sensibilidad y la selectividad”, detallan las autoras, miembros del Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimentación y Gastronomía de la UB.

El trabajo también constata la necesidad de aumentar la transferibilidad de esta técnica bioquímica para garantizar su aplicación global y, así, combatir de forma más eficaz las falsificaciones en la cadena alimentaria.