Olimerca.- Citoliva ha presentado en Madrid el proyecto europeo POnTE, que aborda, entre otros temas, los últimos avances en la lucha contra la bacteria Xylella fastidiosa. Bajo el título “Plagas amenazando Europa”, el proyecto estudia además la bacteria Candidatus Liberibacter solanacearum, que infecta a cultivos hortícolas, y los hongos Hymenoscyphus fraxineus y Phytophthora, que afectan a especies forestales. 

La jornada de presentación fue inaugurada por Cristina de Toro, directora general de Citoliva, que destacó la participación de los socios españoles en el proyecto. Por su parte, José María Cobos, de la Subdirección General de Sanidad e Higiene Vegetal y Forestal del Mapama, detalló el Plan de Contingencia para Xylella fastidiosa en España, que cumple la Decisión 2015/789 de la Unión Europea. 

Por su parte, Donato Boscia, del Consejo Nacional de Investigación italiano (CNR) y coordinador del proyecto POnTE, expuso el histórico de la Xylella fastidiosa, desde su detección en octubre de 2013 en los olivares italianos hasta su rápida extensión por la región de Apulia y el inicio del proyecto en 2015. 

Boscia destacó que “la subespecie de Xylella fastidiosa aparecida en Italia es especialmente virulenta con el olivo, aunque a priori no hubiera sido el hospedante esperado por lo que se conocía del patógeno”. 

Apuntó además que “las investigaciones llevadas a cabo hasta la fecha indican que la variedad Leccino podría ser resistente a la enfermedad, infectándose pero sin presentar síntomas. Dado que la multiplicación del microorganismo en su interior parece ser más baja, abre una ventana de esperanza en el control de la bacteria”. 

Blanca Landa, del Instituto de Agricultura Sostenible-CSIC, detalló el estado de la situación actual de la Xylella fastidiosa, y destacó que “los climas con inviernos suaves facilitan su crecimiento”. Además, añadió que “las plantas inoculadas in vitro con la bacteria tardan más de un año en desarrollar los síntomas, de ahí la importancia de que existan iniciativas como el proyecto POnTE”.
 
Landa finalizó su intervención apuntando que “la enfermedad aun no está controlada en Italia y Francia, y su introducción en nuevos lugares puede presentar una evolución impredecible, puesto que la bacteria podría adaptarse buscando, por ejemplo, vectores alternativos a los ya conocidos, o volverse más virulenta mediante eventos de recombinación genética, por lo que es necesario prevenir su entrada o erradicarla rápidamente cuando ya ha sido detectada”.
 
Alberto Fereres, del Instituto de Ciencias Agrarias del CSIC de Madrid, expuso que “existen cuatro grupos identificados como vectores para la bacteria, que vive en el xilema vegetal, aunque la única especie que se ha confirmado en Europa es Philaenus spumarius (chicharra espumadora). Por otro lado, las cigarras, abundantes en los olivares, podrían ser vectores transmisores porque se alimentan de xilema, pero aún no se ha demostrado”. 

El vector se desarrolla en las cubiertas vegetales del suelo y pasaría al olivar cuando éstas se secan. Los muestreos llevados a cabo en el primer año del proyecto POnTE han detectado a este vector asociado a la cubierta vegetal en olivares puntuales de Madrid, Sevilla, Córdoba y Jaén, todos ellos en regiones con humedad ambiental alta y sometidas durante muchos años a no laboreo, con cubierta vegetal prolongada. 

Según Fereres, “el control de las ninfas, que no son infectivas, podría ser la mejor diana para frenar la enfermedad en los sitios en los que se detecte. No recomendamos actuaciones específicas en aquellos lugares donde aún no hay presencia de la bacteria”. 

Finalmente, Juan Antonio Navas, del Instituto de Agricultura Sostenible, explicó las limitaciones que presenta el control de Xylella fastidiosa, dado que, “al estar dentro del xilema, los productos fitoquímicos no serían efectivos”. Otra dificultad es que la bacteria “tiene una amplia gama de plantas huésped y capacidad de desarrollo en distintas condiciones climáticas, lo que facilita su adaptación en diversos ambientes”.