Almazara As Pontis

Olimerca.- Pocas novedades en el mercado del aceite de oliva en origen en esta primera semana del mes de febrero. Nos encontramos en un contexto donde han predominado la repetición de precios y el “picoteo” en el cierre de operaciones a la espera de conocer los datos sobre producción y salidas correspondientes al mes de enero.

De momento las primeras impresiones recogidas por Olimerca indican que las salidas van a ser muy superiores a las del mes de diciembre y noviembre de 2024 donde se superaron ligeramente las 100.000 ton (incluidas las importaciones). 

Y si hablamos de los datos que podremos conocer a nivel de producción en el mes de enero, también hay un cierto clima de optimismo dado que en este mes las almazaras han funcionado a muy buen ritmo. De hecho, en algunas provincias como Sevilla la recolección prácticamente se da por concluida, en Córdoba en la campiña también ya ha terminado la campaña de producción, En Badajoz prácticamente se da por concluida; mientras que todavía algunas provincias como Jaén y zona centro todavía hay que hablar de un mes y medio de actividad.

En este contexto, las valoraciones de la campaña apuntan a un volumen cercano al millón cuatrocientas mil toneladas, un dato que no preocupa al conjunto del sector, dado que podremos cubrir las necesidades de nuestras empresas exportadoras, el aumento del consumo interior y la demanda de países como Italia que este año ha vuelto a sufrir un nuevo revés en sus cosechas.

Lo que si preocupa es la evolución del precio del aceite de oliva en origen y en el lineal. Al cierre de esta semana la cotización en las almazaras para un aceite virgen extra tocaba suelo en los 4,5€/kg, llegando a superar los 5,00€/kg en el caso de los mejores en calidad y características organolépticas.

¿Dónde están aquellos ánimos de principios de campaña por mantener un equilibrio en los precios en origen? Me temo que en las últimas semanas de bajadas han pesado más las “fake news” de unos pocos que miraban más por sus intereses que por la operatividad y la rentabilidad del sector y del conjunto de los operadores.

Ahora tenemos por delante un nuevo reto aún más desafiante: dónde queremos poner el suelo de los PVP en el punto de venta. A la vista de lo que estamos viendo en el lineal todos los días,  me temo que, si nadie lo remedia, volvemos a los años de los 3€/litro y además volvemos a confundir al consumidor con productos de etiquetados dudosos.

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