Olimerca.- La compra de aceite (oliva + girasol + semillas) por parte de los hogares españoles, en general, ha caído un 10,5 % durante el año 2022. Se trata de un decrecimiento superior al del total de la media de la alimentación, que cae un 8,8 %. Así lo recoge el Informe de Consumo de Alimentación en España correspondiente a datos de 2022 publicado recientemente por el Ministerio de Agricultura.

No obstante, los hogares gastaron un 23,9% más en la compra de estos aceites que en 2021. Esta diferencia entre la evolución del volumen y del valor se debe al aumento del precio medio de los aceites, que a cierre de 2022 se sitúa en 3,74 €/litro, un 38,5 % más alto que en el año anterior. El consumo per cápita realizado por persona y año de aceites disminuye un 10,4 % hasta situarse en una ingesta media de 10,30 litros por persona. Esto equivale a un gasto de 38,51 € por persona, lo que implica un incremento del 24,0 % con respecto mismo periodo del año anterior.

Oliva
En concreto, el aceite de oliva con el 35,0% del volumen total, es el tipo de aceite más consumido por los hogares, aunque durante el año 2022 pierde el 10,2% de compras con respecto a 2021. No obstante, los hogares gastaron un 22,4 % más en este tipo de aceite que hace un año, debido a que el precio medio cierra un 36,3 % más alto que hace un año, cerrando el año 2022 en 3,91 €/litro. 

Con respecto a 2019, el volumen de compras retrocede a un menor ritmo (9,9 %), y el crecimiento en el precio (37,7 %), impulsa al valor del sector a cerrar un 24,1 % más alto. 

Durante el año 2022, los hogares destinan el 0,88 % de su presupuesto a la compra de aceite de oliva, una proporción 0,23 puntos porcentuales superior a la de 2021 y 0,13 a la de 2019. Esto supone un gasto por persona de 14,07 € al año, el equivalente a un consumo de 3,60 litros por persona durante el año 2022, una cantidad un 10,1 % inferior a la de 2021, y un gasto un 22,5 % superior.

Aceite oliva virgen
Por su parte, el aceite de oliva virgen representa el 6,2% del volumen del sector oleícola, y su demanda se contrae a un ritmo inferior al sector (5,7 % vs 10,5 % respectivamente). Su valor cierra un 21,8 % más alto, debido al aumento del precio medio del 29,1 %, lo que le lleva a cerrar en 4,25 €/litro, el equivalente a pagar 0,96 € más por litro que hace un año. 

Si realizamos el comparativo con respecto al año 2019, la demanda en el año 2022 es un 4,9 % inferior, y el crecimiento en el precio medio del 34,8 % hace que la facturación cierre un 34,8 % más alta que hace dos años. El consumo por persona y año es de 0,67 litros, una cantidad un 5,6 % inferior a la de 2021 y un 5,1 % inferior a la de 2019. En relación con el gasto per cápita, se sitúa en 2,84 € por individuo, cantidad superior en un 21,9 % vs 2021 en 27,9 % vs 2019.

El aceite de oliva con el 35,0% del volumen total, es el tipo de aceite más consumido por los hogares, aunque durante el año 2022 pierde el 10,2% de compras con respecto a 2021

Virgen Extra
Con una participación en volumen de un 29,0 %, el aceite de oliva virgen extra es el segundo tipo de aceite más consumido en los hogares. Además, tiene la mayor cuota en valor de todos los tipos de aceite (36,5 %) (la misma que el aceite de oliva que es el más consumido). Esto se debe a que este tipo de aceite ofrece el precio medio más alto del sector (4,71 €/litro). 

Durante el año 2022, en un contexto de reducción de compras, este producto mantiene el volumen un 0,7 % inferior al de 2021, y su valor cierra un 19,7 % más alto, debido a que el precio medio crece un 20,5 %. Con respecto al 2019, consigue mantener el volumen estable, y el crecimiento en el precio medio del 26,1 % hace que la facturación cierre un 25,8 % más alta. 

El consumo por persona de aceite de oliva virgen ha sido de 2,99 litros durante el año 2022, una cantidad inferior en un 0,6 % al volumen ingerido por persona en el año 2021 y un 0,5 % al de 2019. El gasto por persona ha sido de 14,06 €/litro/año, una cantidad un 19,8 superior a la de 2021 y un 25,5 % superior a la de 2019.

Girasol
El aceite de girasol es el segundo tipo de aceite más consumido con un 26,3 % de participación en el mercado, aunque pierde el 19,4 % de volumen con respecto al 2021. Por el contrario, el valor de este tipo de materia grasa crece un 41,2 %, debido al significativo aumento que tiene el precio medio de este producto, que se incrementa en un 75,2 %, muy por encima de lo que aumenta el resto de los tipos de aceite, hasta situarse en 2,39 €/litro (vs 1,37 €/litro en 2021). 

Este tipo de aceite se incrementa en 1,02 €/litro, a colación del conflicto entre Rusia y Ucrania, desencadenado en marzo de 2022, repercutiendo en una huelga de transportes, así como en un aumento en la demanda de este tipo de producto por parte de los hogares, por miedo a quedar desabastecidos. No obstante, crece el precio medio de todo el sector oleícola, por lo que el aceite de girasol continúa ofreciendo un precio inferior al precio medio total categoría. 

Asimismo, con respecto a 2019, aunque la tendencia es la misma, el precio medio es un 126,2 % superior, lo que compensa a la reducción en las compras (24,7 %), impulsando al valor a crecer un 70,3 %. La ingesta media por persona y año es de 2,71 litros, un 19,3 % menos que en 2021, y un 24,9 % menos que en 2019. El gasto por persona es de 6,47 €/litro al año, una cantidad un 41,3 % superior a la de 2021 y un 69,8 % superior a la de 2019

Aceitunas
La compra de aceitunas disminuye durante el año 2022. Su volumen se reduce un 10,5 % y su valor un 1,4 % con respecto al año anterior, debido a que el precio medio crece un 10,3 %. Con respecto al 2019, el volumen se sitúa un 1,0 % por debajo, obteniendo una facturación un 10,9 % superior, como consecuencia de un crecimiento en el precio medio de un 12,0 %. El precio medio a cierra el año 2022 a 3,32 €/kg.

Del mismo modo, el consumo medio de aceitunas realizado por persona y año decrece un 10,5 % en comparación con 2021, siendo la ingesta media aproximada de 2,40 kilos por persona, el equivalente a un gasto medio por persona y año de 7,96 €, el cual también se ha reducido durante los últimos doce meses, en una proporción del 1,3 %. Por el contrario, si se compara con antes de la pandemia el consumo per cápita se reduce a un ritmo muy inferior (1,2 %) y el gasto per cápita crece un 10,6 %, movimiento debido al auge del precio medio del producto. Del presupuesto anual para la compra de alimentación y bebidas, los hogares destinan el 0,50 % a la compra de estos productos, lo que en su cesta supone un 0,41 % del volumen total.