Olimerca.- La escasez de lluvias de las últimas semanas en Andalucía, unido a las suaves temperaturas que se están registrando, está favoreciendo la proliferación de malas hierbas en las parcelas de olivar. Así, la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía, RAIF, recomienda tomar medidas para su control vegetativo y evitar que entren en competencia directa con el olivar por la humedad del suelo.

En este sentido, señala la importancia de la planificación del plan de control, realizando una valoración del tipo de mala hierba (hoja ancha o estrecha, compuestas, crucíferas, etc.) que suelen hacer acto de presencia en la parcela, y así utilizar el herbicida más apropiado.

De este modo, una vez elegido el herbicida, se debe de tener una alternativa de aplicación, ya que en algunas ocasiones las lluvias pueden ser imprevistas impidiendo la entrada a la parcela. Si esto ocurre, habría que esperar a que se oree el terreno, dando tiempo a que la hierba se desarrolle en exceso. Por tanto, “la planificación realizada en un principio ya no sería operativa y se tendría que recurrir a la siega mecánica de la misma”, destaca la Red de Alerta.

Dependiendo del grado de presencia de las malas hierbas, la RAIF indica que “es interesante la realización de un tratamiento, con herbicida de post-emergencia que pudiera combinarse con un herbicida de pre-emergencia, ya dependiendo de la presencia en el terreno de determinadas especies de malas hierbas”.

Una cuestión añadida al uso continuado de las mismas materias activas de herbicidas para el control de malas hierbas, es la aparición de resistencias en determinadas especies. Mientras que el uso continuado de materias activas contra determinadas especies como puede ser el caso de emplear herbicidas para el control de malas hierbas anuales, puede provocar que aquellas especies de perennes comiencen a aumentar en la parcela, originando lo que se conoce como una inversión de flora.