Planta de envasado de Deoleo

Olimerca.- En los próximos días la Junta de Andalucía hará público su Aforo de cosecha para la nueva campaña del olivar, tanto de aceite de oliva como de aceituna de mesa y sin duda que muchos operadores se encuentran pendientes de estas cifras para poder tomar posiciones a la hora de los futuros contratos de los aceites nuevos.

Aunque es “vox populi” que la cosecha viene en general muy buena, salvando algunas provincias, no andaluzas, que han sufrido determinados percances climatológicos, en estos momentos manda en el mercado el retraso de la recolección de las aceitunas para elaborar los aceites tempranos, a lo que se une ahora la llegada de las lluvias al campo, lo que sin duda supondrá un nuevo retraso en la recolección de una semana por lo menos.

En este contexto, está claro que los niveles de existencias en poder de las almazaras y los envasadores cada día son menores y que cada semana que pasa hay menos aceite disponible hasta la llegada masiva de las nuevas producciones. Por ello, no sería de extrañar que, de manera puntual, el mercado en origen pueda experimentar puntualmente algún ajuste de precios en origen al alza; para luego volver a ajustarse a medida que hay mayor oferta disponible.

Otra cuestión para no perder de vista es que la gran distribución comercial ha comenzado este mes de octubre una agresiva acción de promoción en sus lineales de aceite de oliva, que con continuas bajadas de precios, a veces totalmente descontroladas, vuelven una vez más a generar desconcierto en el consumidor y a sembrar dudas sobre calidades y precios.

Así, no hay manera de normalizar de manera coherente el mercado, ni en origen ni en destino.

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