Olimerca.- En el aceite de oliva no es oro todo lo que reluce. Pero a pesar de ello, algunas grandes empresas del sector agroalimentario han querido probar suerte en este negocio, aunque al final hayan tenido que tirar la toalla. 

Una buena prueba la tenemos en el caso Ebro Puleva que en 2002 tuvo que echar el cierre a un proyecto de comercialización de AOV en el segmento de precio alto, a través de la empresa Andoleum, tras no alcanzar las ventas previstas y para no seguir perdiendo dinero.

Hoy, otra vez volvemos a hablar de Ebro que, aunque en 2010 adquirió el 10% de Deoleo por 50 mill. de euros y el negocio de arroz SOS por 195 mill de euros, a finales de 2013 daba marcha atrás en su participación en la compañía aceitera y se retiraba de nuevo del sector del aceite de oliva. 

Y es que Ebro Foods, en su presentación de resultados del primer trimestre de 2014, ya ha puesto de manifiesto que el aceite de oliva no es su negocio.
Sus responsables han afirmado que este año se ha iniciado con buen pie, gracias a la buena evolución de las marcas en el segmento del arroz, y el éxito en el lanzamiento de nuevos productos; además, en el  mercado de las pastas las marcas están saliendo reforzadas con crecimientos de volumen, rentabilidad y cuotas de mercado.

Por el contrario, en el sector de los aceites, los responsables de Ebro no han dudado en afirmar que, "durante el trimestre de 2014 hemos materializado nuestra decisión de no avanzar en la toma de control de Deoleo. Tras tres años en la compañía, hemos llegado a  la conclusión de que es un sector complejo y reconocemos que no tenemos el conocimiento necesario para generar valor a nuestros accionistas en esta área de negocio".

Por todo ello, desde Ebro apuntan que "Seguiremos procediendo a la venta de activos no estratégicos que aligeren nuestro balance y mejoren la rentabilidad del grupo".

Así se puso de manifiesto en los últimos meses, cuando Ebro, tras descartar la fusión con Deoleo, comenzó a desprenderse de paquetes accionariales de la misma, mateniendo en la actualidad aproximadamente el 3%, que venderá próximamente.

Está claro que el conocimiento del sector se ha considerado y sigue considerándose  un valor casi imprescindible. El error es no contar con él. 

Las empresas aceiteras en general nacen y crecen de la mano de la experiencia, varios intentos de continuidad, tras espectaculares adquisiciones, no tuvieron el resultado esperado por los inversores, casos entre otros como Unilever en España con La Masia, Nestlé con Sasso, Unilever Italia con Bertolli, o Koipe-Carbonell con SOS, o la ya citada aquí Puleva con Andoleum, todos sabemos cómo terminaron .

Las características tan particulares del negocio, la enorme dependencia del origen, de la materia prima, la necesidad de las relaciones institucionales, las fluctuaciones de los precios, el enorme crecimiento de las MDD en los últimos años, y sin olvidar que el mejor AOVE es el que llega de un buen cultivo, de una impecable recolección, prensado y almacenaje, es decir todo lo relacionado con el productor; y el envasador marquista tiene que conseguir el éxito con pocas palancas: comprando el buen aceite, quizás haciendo un buen coupage, envasándolo con el enfoque más premium posible y sobre todo colocarlo en la distribución. 

Y si hablamos del aceite de oliva, menos aún se puede despreciar el conocimiento humano y la innovación. Los procesos industriales cambian y mejoran continuamente y hay que estar a punto siempre para ser competitivo en calidad y costo. Y esto no siempre se está cumpliendo.

Está claro que el sector está cambiando, y previsiblemente en pocos años el cambio será muy grande, quizás están por nacer nuevos líderes del futuro del AOVE, estaremos atentos a lo que está por llegar !!!