Olimerca.- Ya se ha iniciado el seguimiento fitosanitario del cultivo del olivo en todas las provincias de Andalucía. Actualmente, los principales agentes que se muestrean son prais (Prays oleae), euzofera (Euzophera pinguis), aldodoncillo (Euphyllura olivina), repilo (Fusicladium oleagineum) y repilo plomizo (Pseudocercospora cladosporioides), tal y como informa la Red de Alerta en Información Fitosanitaria de Andalucía, RAIF.

En estos momentos se está desarrollando la generación filófaga de prais (Prays oleae), aunque todavía de forma incipiente. Los daños de esta generación los provocan las larvas al alimentarse de las hojas y brotes. En olivares adultos esta generación no produce daños relevantes, en plantaciones jóvenes puede tener importancia si existe una alta presencia, que afectaría al desarrollo de la planta. Huelva y Málaga presentan índices superiores al resto, con una media en torno al 3% de brotes afectados con formas vivas, seguidas de Sevilla con el 0,5%.

En cuanto a las capturas de prais, son muy bajas, sin superar la media provincial de 0,1 capturas/trampa y día en las provincias más adelantadas. Estas hembras adultas que están comenzando a volar ahora son las que realizarán la puesta en las inflorescencias del olivo, a partir del estado fenológico D1-D2, dando lugar posteriormente a la generación antófaga.

Las capturas de adultos de euzofera (Euzophera pinguis) van desde valores nulos en la provincia de Granada, hasta máximos de 6,1 adultos/trampa y día en Sevilla y 4,3 en Huelva.

Los daños más graves de esta plaga se producen en olivar joven. Las mariposas aprovechan para poner los huevos en pequeñas heridas, cortes de poda, roce de los arados, verrugas de tuberculosis, grietas, etc. Como medida preventiva hay que provocar las mínimas heridas posibles al olivo y evitar las labores de poda y desvaretado en los periodos de máximo vuelo de adultos. En las parcelas con niveles altos que requieran un tratamiento, a partir del descenso de la curva de vuelo será el momento en el que esta plaga presente una mayor sensibilidad a éstos.

Asimismo, según la RAIF comienza a observarse en los brotes e inflorescencias la presencia de masa algodonosa producida por el algodoncillo (Euphyllura olivina). Esta es una plaga secundaria, y a pesar de su aspecto llamativo, no suele producir daños destacables.

Solo en casos concretos, y especialmente cuando ciertos tratamientos insecticidas desequilibran la fauna auxiliar y la densidad de algodoncillo es muy elevada, se justificaría su tratamiento. Ya que la fauna auxiliar ejerce un control importante sobre esta plaga, se recomienda fomentarla todo lo posible, minimizando el impacto de los posibles tratamientos fitosanitarios sobre ella.

También se están realizando muestreos para determinar la incidencia de repilo (Fusicladium oleagineum) y repilo plomizo (Pseudocercospora cladosporioides). Cabe destacar que el repilo se desarrolla de forma más virulenta en aquellos lugares como arroyos, cañadas y zonas de umbría, en los que es fácil que se produzca la condensación de agua en la hoja. Los índices que se están obteniendo en estos primeros muestreos de la enfermedad están siendo por lo general similares o algo más bajos que los del año pasado.

Las condiciones meteorológicas que favorecen el desarrollo de repilo plomizo son: alta humedad relativa y temperaturas entre 5 y 30°C. Los tratamientos preventivos contra el repilo causado por Fusicladium también lo son contra esta enfermedad.

Y para una información más específica la RAIF recomienda consultar los informes provinciales PINCHANDO AQUÍ.