Olimerca.- El poryecto AgriRegenCarbon, que busca impulsar la agricultura regenerativa, avanza en la fase de establecimiento de la línea base que servirá como escenario de referencia para evaluar cómo influyen las prácticas regenerativas, una vez que éstas se hayan establecido en las fincas, en la captura de carbono en las fincas de los distintos agricultores que se han sumado al proyecto.

A partir del análisis de las 496 muestras recogidas en las Comunidades Autónomas de Andalucía (Jaén) y Aragón —96 y 400 muestras respectivamente —, se medirá el carbono actual en los suelos, así como otras formas de carbono a tener en cuenta, para poder establecer en el futuro el incremento del carbono en el suelo, y emitir los créditos de carbono basados en la metodología.

Metodología para impulsar la captura de carbono
En estos primeros meses, el proyecto AgriRegenCarbon ha ido tomando forma y ha validado y ajustado su metodología para alinearla con los estándares internacionales y europeos. Para ello, han contado con expertos en estas temáticas que trabajan en Azolla Projects y ECODES, socios de este consorcio, y de AENOR, colaboradora del proyecto, que está validando la metodología conforme a la norma ISO 14064-2.

A partir del análisis de las 496 muestras recogidas en las Comunidades Autónomas de Andalucía y Aragón, se medirá el carbono actual en los suelos, así como otras formas de carbono a tener en cuenta, para poder establecer en el futuro el incremento del carbono en el suelo

Este proceso de validación de la metodología garantiza su efectividad y escalabilidad en la captura de carbono en la agricultura regenerativa. Además, refuerza la confianza de los actores implicados —agricultores, certificadoras, financiadores e instituciones— al proporcionar un marco riguroso, transparente y verificable para cuantificar, reportar y verificar las reducciones y remociones de emisiones de gases de efecto invernadero.

Progreso en la investigación y validación de métodos de biodiversidad
La investigación de métodos de biodiversidad sigue avanzando con un enfoque práctico para los agricultores. Los participantes en el proyecto trabajan en estrecha colaboración con ellos para validar y adaptar las metodologías propuestas, asegurando que sean aplicables en función de su disponibilidad y necesidades. Su objetivo es garantizar que las soluciones propuestas puedan integrarse de manera efectiva en sus prácticas agrícolas.

En este sentido, están desarrollando herramientas y criterios sencillos para que los propios agricultores puedan monitorear indicadores clave de biodiversidad, como la presencia de polinizadores, aves o la cobertura vegetal espontánea. Estas métricas, además de ser relevantes para la salud del ecosistema agrícola, pueden convertirse en co-beneficios medibles que refuercen el valor ambiental de los créditos de carbono generados.