Olimerca.- Las condiciones ambientales que se han venido registrando durante el verano, temperaturas altas y una baja humedad ambiental, han dificultado el desarrollo de la mosca del olivo en Castilla-La Mancha. Sin embargo, con las últimas lluvias caídas este desarrollo puede haberse incrementado, por lo que desde el Boletín Fitosanitario de Avisos e Informaciones de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha recomiendan vigilarlo.

Asimismo, ya se ha puesto en funcionamiento la red de seguimiento de la mosca del olivo en la región, compuesta por el equipo técnico de las Oficinas Comarcales Agrarias (OCAs); Agrupaciones de Sanidad Vegetal (ASVs) y la Estación Regional de Avisos Agrícolas (ERAA), desde donde se coordina dicha red de seguimiento.

Tras la bajada de temperaturas y las lluvias de los últimos días se aconseja vigilar el cultivo, observando la evolución de la plaga cuantificando las poblaciones de adultos con trampas y mediante observación/muestreo de frutos 

Hasta ahora, tanto las capturas de adultos, en trampas cromotrópicas y mosqueros, así como el porcentaje de fertilidad registrado no han indicado riesgo para el cultivo. Si bien, consideran que es conveniente recordar que las condiciones ambientales de temperatura y humedad son un factor limitante para el desarrollo de la mosca del olivo. El rango óptimo de temperatura está comprendido entre 20-25ºC, acompañado de una humedad relativa elevada (80-85%). Las temperaturas inferiores a 6ºC y superiores a 35ºC pueden interrumpir su desarrollo.

Según los datos disponibles hasta el momento, procedentes de las de Estaciones de Control (EC) establecidos en la región, la incidencia de la plaga está siendo baja no habiéndose superado en ninguna de las EC los umbrales recomendados para la realización de tratamiento.

Las altas temperaturas en las últimas semanas, superiores a 40 ºC, han reducido la actividad de los adultos.

Tras la bajada de temperaturas y las lluvias de los últimos días se aconseja vigilar el cultivo, observando la evolución de la plaga cuantificando las poblaciones de adultos con trampas y mediante observación/muestreo de frutos para ver la incidencia de la plaga a través de las aceitunas picadas.