Olimerca.- En las últimas décadas, los investigadores han descubierto una serie de beneficios para la salud si cuidamos las bacterias intestinales. Desde digerir los alimentos hasta reducir la inflamación, las bacterias que conforman el microbioma intestinal son capaces de muchas cosas asombrosas si las rodeamos de los alimentos adecuados. Y entre esos alimentos no debería faltar el aceite de oliva virgen extra cuyos polifenoles favorecen la salud cardíaca y previenen el daño oxidativo en todo el cuerpo.

Así lo señalan desde Olive Wellness Institute, que añaden que existen numerosos estudios a gran escala que demuestran una fuerte asociación entre la adherencia constante a una dieta mediterránea rica en AOVE y un microbioma intestinal equilibrado. 
El alto contenido de fibra y polifenoles, junto con una menor cantidad de proteínas animales, parece favorecer el crecimiento de bacterias que digieren la materia vegetal y la convierten en ácidos grasos de cadena corta (AGCC) antiinflamatorios. 

Los AGCC son conocidos por su papel fundamental en el mantenimiento de la salud de la pared intestinal y la reducción de la inflamación no deseada en todo el organismo.   

Los polifenoles como el hidroxitirosol, la oleuropeína, el tirosol y el oleocantal, que se encuentran en gran medida en el AOVE de buena calidad, son digeridos por las bacterias intestinales para producir moléculas activas que apoyan la salud

¿Cómo ayudan los polifenoles del AOVE al microbioma intestinal?
"Polifenol" es un término general que se utiliza para describir pequeñas moléculas que poseen múltiples estructuras similares a anillos y grupos hidroxilo. Estos compuestos son sintetizados naturalmente por las plantas para defenderse contra el estrés oxidativo y tienen un efecto similar en los humanos cuando se incorporan a la dieta. 

Si bien la mayoría de los polifenoles que se encuentran en el AOVE se absorben directamente a lo largo del tracto digestivo, algunos permanecen unidos a la fibra u otros componentes no digeridos de los alimentos, y se dirigen al intestino grueso. Aquí, los polifenoles como el hidroxitirosol, la oleuropeína, el tirosol y el oleocantal, que se encuentran en gran medida en el AOVE de buena calidad, son digeridos por las bacterias intestinales para producir moléculas activas que apoyan la salud. 

Si bien se necesitan realizar más ensayos de investigación basados en humanos, hay algunos ensayos de control aleatorios de alta calidad que sugieren una relación dependiente de la dosis entre el AOVE y la mejora del microbioma intestinal. Por lo tanto, intentar cocinar comidas equilibradas con al menos 2 cucharadas de AOVE al día no solo aporta al cuerpo una cantidad significativa de polifenoles para favorecer el corazón, el cerebro y reducir el estrés oxidativo, sino que también puede favorecer el crecimiento de bacterias específicas que ayudan a regular la salud intestinal y el sistema inmunitario.