Olimerca.- Durante la próxima década en la Península Ibérica desaparecerán, se integrarán o cerrarán unas 500 almazaras, de las que 137 están en Portugal, y 363 en España, todo ello por falta de competitividad ante un entorno cada vez más eficiente y eficaz en el modo de trabajo, que se traduce en una falta de afluencia de aceituna procedente del campo.
Así se desprende de una investigación llevada a cabo por el aula universitaria Oleícola Innova, promovida por la Universidad Internacional de Andalucía, Sede Antonio Machado, y el Grupo Oleícola Jaén, dicho estudio, aun en curso, está siendo dirigido por el consultor e investigador Juan Vilar.
Situación de partida
Según señala el estudio, en la Península Ibérica existen 2.219 almazaras, de las cuales 1.047 tienen una morfología jurídica de sociedades de economía social, y el resto, 1.172, son almazaras industriales. En cuanto a porcentaje de molturación, las primeras ostentan el 40% de la producción y las segundas el 60%, y durante los últimos 10 años, el año que mayor cantidad de aceituna se ha molturado fue 10,2 millones de toneladas, el peor año se molturaron 4,2 millones de toneladas, y la media fue de 7,4 millones de toneladas molturadas.
El crecimiento orgánico de las campañas desde la década pasada en la Península, de media, se ha incrementado en algo más de un 15% en volumen, insuficiente para poder dotar el incremento necesario de cantidad de aceituna que requieren las almazaras
Si se compara con los últimos 10 años previos esos 10, la media se incrementa en estos últimos en 1 millón de toneladas de fruta, es decir, pasa de 6,4 a 7,4 millones de toneladas de aceituna molturada por campaña.
La aceituna media molturada por almazara por campaña es de 3,3 millones de kilogramos, y la diferencia de molturación media del mejor ejercicio, a la peor de las campañas por almazara, es de 1,5 millones de kilogramos.
Esta diferencia de kilogramos podría suponer hasta 15 céntimos, de desviación, en los costes de molturación de aceituna, por kilogramo, en unos casos inferiores, pero en otros, mucho más altos dependiendo del entorno y la composición de costes, pues nos enfrentamos ante estructuras estables de recursos y costes, sometidas a campañas inestables de producción de aceituna.
El caso de España
Si nos atenemos a España, la molturación máxima de aceituna durante los últimos 10 años fue de 9,7 millones de toneladas, la media de 6,8 y la más baja de 3,6, la diferencia de molturación por campaña entre la máxima campaña, y la peor de esta década es de 3,4 millones de kilogramos por almazara, y la diferencia en cuanto a coste de escandallo podría corresponderse con lo anteriormente dicho, y mencionado.
A corto plazo, la única solución, en términos industriales, para poder conseguir el volumen suficiente que cubra los costes de escala, es incrementar el volumen, la eficiencia, la eficacia, y conseguir la cobertura de costes vía rotación de producto
El caso de Portugal
En Portugal sucede lo mismo, el año que mayor cantidad de fruto se molturó este supuso 1,1 millones de toneladas, el peor año de la década pasada fue de 0,32 millones de toneladas, y la media es de 0,63 millones, es decir, si lo trasladamos a almazara de media, 2,7 millones de kilogramos, el mejor año, el peor 0,8 millones de kilogramos. Por lo tanto, la diferencia es de 1,9 millones de kilogramos por ejercicio, y en cuanto a escandallo, en este caso, aproximadamente, las diferencias son las mismas.
Dicha situación está generando diferencias en costes de molturación, por cada kilogramo de aceite, de hasta incluso, más de 70 céntimos, en función de cada campaña, por inflexibilidad de escala de la base instalada de almazaras, ante la alternancia de cosechas.
Estrategias de las almazaras
A corto plazo, la única solución, en términos industriales, para poder conseguir el volumen suficiente que cubra los costes de escala, es incrementar el volumen, la eficiencia, la eficacia, y conseguir la cobertura de costes vía rotación de producto, mediante incremento de volumen molturado, destaca el estudio.
Dicha situación, sobre todo en campañas cortas y de poco volumen, ha generado una mayor escasez de aceituna, debido al incremento adicional de demanda que las almazaras que se han especializado requieren para alcanzar la escala adecuada que mejore sus costes.
Por lo tanto, para aquellas no especializadas, el volumen de aceituna disponible y necesaria es inferior, y por no haberse especializado, sus costes crecen, por el efecto retirada de volumen, y por la falta de especialización, luego su situación se agrava.
Crecimiento insuficiente
El crecimiento orgánico de las campañas desde la década pasada en la Península, de media, se ha incrementado en algo más de un 15% en cuanto a volumen, lo que no es suficiente para poder dotar el incremento necesario de cantidad de aceituna que requieren las almazaras en su modo de trabajo, que se podría cifrar en algo menos del 35%, teniendo en cuenta, como dato adicional, que en Portugal tan solo 8 almazaras molturan el 46% del total de la aceituna del país, y que en España, existen almazaras que molturan hasta 60 veces la media nacional procesada por almazara y campaña.
Así, este estudio concluye que si dicha situación persiste, y las almazaras orientadas a una estrategia de eficiencia mediante escala siguen creciendo en volumen de molturación y eficacia, en detrimento, primero de la disponibilidad del entorno, y luego, del resto de centros de molturación existentes, durante la década próxima en la Península Ibérica desaparecerán, se integrarán o cerrarán unas 500 almazaras.