Los productores de hueso de aceituna y representantes de Avebiom, ante la sede del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Olimerca.- La comercialización del hueso de aceituna como biocombustible genera un negocio de 50,7 millones de euros anuales en nuestro país, gracias a la comercialización de 323.500 toneladas de este subproducto del olivar. La mayor parte de la producción (283.500 toneladas) se vende a granel (283.500 toneladas), a un precio medio de 159 €/tm.

Y con el fin de dar cobertura legal a los protocolos que se llevan a cabo actualmente en todo el proceso de la cadena comercial, los propios productores de hueso de aceituna (integrados en Cooperativas Agro-alimentarias, Infaoliva y Aneo) y la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom) han solicitado al Ministerio de Agricultura que normalice su uso como biocombustible y que sea catalogado como “subproducto energéticamente valorizable”.

Según estima Avebiom, el hueso de aceituna es utilizado actualmente como biocombustible de calefacción en más de 100.000 hogares, que se sitúan principalmente en Madrid, Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura.

A ellos se unen, además, un significativo número de granjas avícolas y de porcino, sobre todo en Andalucía y Cataluña; así como industrias del sector alimentario y edificios de uso colectivo, como hoteles, residencias de mayores, centros deportivos con piscinas climatizadas, colegios, consultorios médicos, casas consistoriales, edificios administrativos, etc.

El 0,13% de la energía primaria

Desde el punto de vista energético, las 420.000 toneladas de producción media anual de hueso de aceituna, para unos valores de humedad menores del 12% y un poder calorífico inferior (PCI) de 4,48 kWh/Kg (0,386 tep/tm), se estima que podrían generar 1.880,6 GWh/año (162.120 tep). Una cifra equivalente al 0,13% del consumo total de energía primaria de España.

Si las 323.500 toneladas de hueso de aceituna que se comercializan anualmente fueran sustituidas por combustible fósil, ello supondría un coste adicional de 145 millones de euros en gasoil de calefacción o de 71,6 millones de euros en gas.