Olimerca.- Un año más, Aceites de Oliva de España no ha faltado a su cita en Salón Gourmets, donde ha convertido su stand en un escenario para reivindicar la obligatoriedad de las aceiteras irrellenables en bares y restaurantes.

Y desde allí ha querido lanzar un mensaje muy claro al sector de la hostelería y a los consumidores: el aceite de oliva siempre debe servirse correctamente envasado, en envases inviolables, tapón irrellenable y con etiquetado visible, como indica la norma que entró en vigor en 2014. 

Así, para transmitirlo de forma cercana, se ha aliado con varios humoristas, como Ana Morgade, David Cepo y Alex Clavero, todos integrantes del espectáculo “Mentes Peligrosas”, quienes han sido protagonistas en nuestro stand, combinando monólogos y situaciones absurdas basadas en experiencias cotidianas que pueden darse en cualquier bar o restaurante, además de interactuar con el numeroso público asistente.

“Si tenemos el mejor aceite de oliva del mundo, vamos a presentarlo como se merece: con su nombre, con sus apellidos y con su botella que no se pueda rellenar. Porque el consumidor se merece lo mejor y tiene derecho a saber lo que está tomando”, ha asegurado Ana Morgade. 

Este evento ha formado parte de la programación de Aceites de Oliva de España en el Salón Gourmets, y se enmarca en la campaña informativa “¿Peeerdona?”, relanzada por la Interprofesional del Aceite de Oliva Español en enero de este año, con el fin de concienciar a los consumidores de sus derechos y recordar a los hosteleros sus deberes.

La oleoteca más completa 
El recorrido por el stand de Aceites de Oliva de España en esta edición de Salón Gourmets ha sido una experiencia sensorial y divulgativa, comenzando por su impresionante Oleoteca compuesta por 600 referencias de aceite de oliva virgen extra, procedentes de todas las regiones productoras de nuestro país y de la treintena de DOPs y 3 IGPs reconocidas en España.
En este espacio, concebido como un tributo al patrimonio oleícola español, los visitantes han podido degustar más de 50 aceites distintos cada día, dispuestos sobre una elegante barra de cata de más de cinco metros de longitud. Un recorrido guiado por los aromas, sabores y matices que definen a nuestros aceites más singulares, y que ha permitido descubrir la extraordinaria riqueza de variedades y métodos de elaboración que conviven en el territorio nacional.