Olimerca.- Si en la próxima reunión del Consejo Oleícola Internacional, que se celebrará el próximo mes de junio, no hay acuerdo para aprobar una moratoria en los límites de los esteres etílicos, el 1 de octubre de este año entrarán en vigor los nuevos parámetros que pasarán de los 35 mg/kg.actuales a 30 mg/kg.

 Un recorte que preocupa y mucho, tanto al sector productor como envasador y administración española, dado que injustamente estaría en juego el reconocimiento de la calidad de aceites de oliva virgen extra que se producen en nuestro país.

El parámetro de los esteres etílicos se estableció  en un principio para detectar los aceites desodorizados. Recordar que la modificación que se está haciendo en la actualidad de los esteres etílicos arranca en 2011 cuando los límites de ésteres alquílicos se rebajan de los 75 mg/kg a los 40 mg/kg de ésteres etílicos  en la campaña 2013/14, hasta llegar a los 35 mg/kg en la campaña actual. Incluso ya se habla de nuevos recortes hasta llegar en las próximas campañas a los 25 mg/kg que demandan algunos países productores de la cuenca del mediterráneo.

El debate que está sobre la mesa se centra sobre todo en saber si es tan necesario o importante rebajar de los 35 mg/kg a los 30 mg/kg, y si mantener los límites actuales supone una menor valoración de la calidad del virgen extra o un posible fraude en el etiquetado.

Es necesario seguir investigando
En los últimos tres años el conjunto del sector del aceite de oliva español, encabezado por la Interprofesional del Aceite de Oliva, el propio Ministerio de Agricultura la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía y otros centros de investigación como el Instituto de la Grasa de Sevilla o el IFAPA Venta del Llano en Jaén, han llevado a cabo distintas líneas de trabajo para demostrar que en estos momentos es necesario profundizar más sobre la conveniencia o no de rebajar dichos parámetros que, como se ha demostrado, tienen el hándicap de que evolucionan al alza con el tiempo.

Desde la Interprofesional del Aceite de Oliva lo tienen claro. En las líneas desarrolladas en colaboración con el Gobierno de España y la Junta de Andalucía  los investigadores han demostrado, más allá de cualquier duda, que la adición de agua durante el proceso de obtención del aceite modifica, de forma sensible, la cantidad de etanol inicial y condiciona los niveles de esteres etílicos en los aceites de oliva virgen extra y su evolución. Estos datos cuestionan la validez de este parámetro como indicador de calidad y llevan al sector español a solicitar que no entre en vigor la nueva reducción del límites en este parámetro previsto en la norma COI y en la reglamentación comunitaria.

El próximo 16 de junio se va a celebrar una sesión extraordinaria del COI y será una fecha clave dado que en su Comité Técnico este asunto va a ser debatido por los países miembros, donde están representantes de la Comisión Europea

En este contexto, España ha presentado diversos estudios que ponen de manifiesto que el problema de los esteres etílicos es que evolucionan al alza en el proceso de almacenamiento de los aceites de oliva virgen extra, sobre todo en aquellos procedentes de aceitunas que han sido recogidas a partir del mes de diciembre, que presentan un mayor grado de madurez y cuyos aceites de oliva pueden pasar más de 6 meses en las bodegas. Un incremento que forma parte del comportamiento intrínseco de determinadas variedades de aceitunas.

Por todo ello, investigadores españoles han afirmado a Olimerca que el control de los esteres etílicos debe de iniciarse desde el momento de la recolección, pasando por un buen manejo del fruto desde el campo, de un cuidadoso y rápido transporte a la almazara, de una rapidez en la molturación, de una adecuada separación líquido-líquido, de una buena higiene y  limpieza en la almazara y de una mejor conservación en bodega.