Olimerca.- En estos días, muchas zonas están finalizando la recolección de aceitunas destinadas para aceite, y en otras ya ha concluido. Este año, las condiciones meteorológicas de otoño e invierno, caracterizadas por lluvias abundantes, no sólo han favorecido la maduración de los frutos, sino que también han sido propicias para su desarrollo. 

Por ello, la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía, Raif, recuerda que el repilo, Fusicladium oleagineum, resulta especialmente relevante durante los períodos húmedos del otoño-invierno y en primaveras lluviosas y frescas. 

Los síntomas más característicos incluyen manchas circulares oscuras, a menudo rodeadas por un halo amarillento, que aparecen en el haz de las hojas. En el envés, se pueden observar manchas difusas a lo largo del nervio central, aunque estas son menos distintivas. Las infecciones en el pedúnculo del fruto son menos frecuentes que las infecciones foliares.

Así, recomienda realizar muestreos mediante controles visuales, evaluando el grado de presencia de hojas con manchas circulares oscuras rodeadas por un halo amarillento. Además, destaca que es importante tener en cuenta que algunas hojas pueden estar afectadas por conidias de la enfermedad sin mostrar aún síntomas visibles, lo que se conoce como repilo incubado o latente.

Los síntomas más característicos del repilo incluyen manchas circulares oscuras, a menudo rodeadas por un halo amarillento, que aparecen en el haz de las hojas

Medidas preventivas
Para evitar el desarrollo de esta enfermedad, la Raif recuerda que la guía de Gestión Integrada del cultivo recomienda, de manera general, realizar podas que favorezcan la aireación del interior del árbol, permitiendo que las hojas mojadas se sequen más rápido.

Además, en aquellas zonas con características ambientales propicias para este hongo, es fundamental no excederse en el uso de abono nitrogenado.

Asimismo, en nuevas plantaciones en zonas con condiciones muy favorables para el desarrollo de la enfermedad, se pueden utilizar variedades resistentes al repilo. También, si es posible, se deben disponer las hileras de manera que se reduzcan las horas de sombra sobre los árboles.

Si se alcanza el umbral de tratamiento y es necesario aplicar un tratamiento químico, la Raif indica que es fundamental tener en cuenta varios aspectos. En primer lugar, solo deben emplearse productos fitosanitarios autorizados en el Registro de Productos Fitosanitarios del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Además, algunas formulaciones, según las indicaciones del fabricante, están destinadas exclusivamente para su uso al final del invierno o en primavera.

Es esencial seleccionar la materia activa adecuada en función del grado de infestación: en casos incipientes, se recomienda utilizar productos con acción preventiva, mientras que, si la infestación está más avanzada, son más efectivos los fungicidas orgánicos con acción traslaminar.

Por último, al elegir los medios de control, siempre se deben priorizar las medidas de prevención y/o culturales. Estas deben complementarse, en caso necesario, con medidas alternativas al control químico, dejando como última opción los medios químicos.