Aceituna sobre mantón

Olimerca.-  Ante la previsión de una segunda campaña consecutiva de aceite de oliva un 50% inferior a la campaña 2021/22, provocada sobre todo por la sequía y para hacer frente al incremento de los costes de producción el sector cooperativo y almazarero de la provincia de Jaén están negociando acuerdos que permitan reducir los costes de elaboración del aceite de oliva y poder así alcanzar un mínimo de rentabilidad.

Antes de que se inicie la apertura de las almazaras, prevista para primeros de octubre, el sector oleícola de la provincia de Jaén están negociando acuerdos para molturar la aceituna de la próxima campaña en un único punto en común con el fin de abaratar costes y aliviar así la crisis derivada de la falta de cosecha por los efectos de la sequía.

José Manuel Espejo, presidente de Cooperativas Agroalimentarias en Jaén ha afirmado que “Ante un escenario dramático desde el punto de vista socioeconómico hacemos un llamamiento a las cooperativas para unirse y abaratar costes en esta campaña”, en alusión a los acuerdos intercooperativos que están alcanzando diversas entidades del sector oleícola.

Además, los sindicatos reclaman mecanismos de protección para los trabajadores que se vean afectados por la fusión temporal de las almazaras

Estos acuerdos forman parte del plan de contingencia puesto en marcha por cooperativas y los sindicatos UGT y CC OO ante la más que previsible pérdida de jornales y de rentabilidad en la próxima campaña de recolección de la aceituna. Solo en la provincia de Jaén, líder mundial en producción de aceite de oliva, los olivicultores dejaron de ingresar más de 1.000 millones de euros en la campaña 2022-2023 por la caída de producción. Además, se perdieron dos millones de jornales, lo que se tradujo en 150 millones de euros menos percibidos y las previsiones del sector apuntan a que esta campaña se perderá otro 40 % de empleo.

Además, los sindicatos reclaman mecanismos de protección para los trabajadores que se vean afectados por la fusión temporal de las almazaras, y la exención de la cuota de la Seguridad Social de aquellas personas de la industria oleícola incluidas dentro de esas medidas extraordinarias. De este modo, pretenden evitar que haya un trasvase de mano de obra agraria a otras actividades económicas de forma permanente.

El plan de contingencia que Cooperativas Agroalimentarias y los sindicatos UGT y CCOO han remitido a las diferentes administraciones públicas solicita también que los trabajadores fijos-discontinuos que no se incorporen puedan acogerse a algún tipo de cobertura o medida de prestación de desempleo.

De igual manera, se aboga por negociar expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) de fuerza mayor, así como que los trabajadores afectados por estos ERTE puedan acceder al desempleo sin que sea necesaria cotización mínima y el tiempo disfrutado una vez finalizado el ERTE no consuma tiempo de prestación, o sea, contador a cero; todo ello acompañado de un plan de formación.