Olimerca.- Son muchos los retos a los que se enfrentará la agricultura de Marruecos a lo largo de este 2024, y uno de los más importantes es la escasez de agua. La reducción de las precipitaciones, que han descendido un 67% con respecto a la media estacional habitual, está teniendo un impacto devastador en el sector agrícola. La preocupante situación de las presas, que sólo están llenas al 23,5%, requiere medidas inmediatas.

Para poner solución a parte del problema, el Gobierno del país proyectada la construcción de 179 grandes presas para 2027 y la implementación de una veintena de plantas desalinizadoras para 2030, tal y como publicábamos hace unos días en Olimerca (Ver noticia aquí). 

Pero más allá de esta perspectiva a medio plazo, resultan necesarias medidas drásticas, incluidos cortes temporales en el suministro de agua. Esto subraya la importancia de la urgencia ante esta crisis que está poniendo a prueba la capacidad de Marruecos para garantizar la seguridad alimentaria de la población. 

Otras medidas, como limitar o prohibir los cultivos que requieren mucha agua, podrían implantarse en las regiones más afectadas por la sequía. Esta orientación estratégica podría ser un compromiso interesante, si bien cada vez se escuchan más voces a favor de una agricultura menos industrial y más orientada a la seguridad alimentaria nacional, sin embargo, actualmente parece difícil renunciar a un sector que contribuye significativamente a la economía nacional, tal y como publica Agri Maroc.

Riego de precisión
Ante una sequía persistente, Marruecos está recurriendo a soluciones innovadoras para maximizar el uso del agua en la agricultura, entre ellas el riego de precisión, señala el citado medio.

Basado en el uso de sensores y tecnologías de IoT, consigue recopilar datos en tiempo real sobre las condiciones climáticas, los niveles de humedad del suelo y las necesidades de agua de las plantas. Posteriormente, estos datos se utilizan para ajustar automáticamente los sistemas de riego, proporcionando un uso más eficiente del agua y evitando problemas de riego excesivo o insuficiente.

Este sistema de riego podría abrir nuevas posibilidades agrícolas. En un contexto de escasez de agua, esta tecnología se convierte en una herramienta crucial para garantizar la sostenibilidad a largo plazo del sector agrícola y muchos países están apoyando estas tecnologías para anticipar esta próxima escasez de agua.