Olimerca.- La empresa andaluza AGQ Labs ha desarrollado un proyecto de I+D+i para conseguir una nueva herramienta predictiva del rendimiento de los suelos para el cultivo del olivo. La nueva metodología aplica Inteligencia Artificial (IA), en concreto Machine Learning, para interpretar datos complejos procedentes de análisis metagenómicos, bioquímicos y fisicoquímicos del suelo.

AGQ Labs ha llevado a cabo este trabajo en colaboración con la Universidad de Sevilla (US) y la empresa madrileña Helix BioS y con financiación de CTA (Corporación Tecnológica de Andalucía). 

La herramienta, que ofrecerá una ventaja competitiva clara a los agricultores, permitirá reducir el impacto ambiental del cultivo del olivo, disminuir el consumo de agua y abonos nitrogenados, mejorar la resiliencia de los cultivos frente a los desafíos ambientales y fomentar la biodiversidad y conservación del suelo. En una segunda fase, se podrá extender a todo tipo de cultivos.

Machine Learning 
El proyecto SoilForecast de AGQ Labs ha tenido como objetivo técnico principal investigar una nueva metodología, basada en la integración de datos complejos procedentes de análisis metagenómicos, bioquímicos y fisicoquímicos del suelo agronómico mediante técnicas de “Machine Learning” que permita establecer un primer modelo matemático predictivo de la funcionalidad, fertilidad, biodiversidad y salud biológica de los suelos del cultivo del olivo. De esta forma, la herramienta permitirá predecir las prácticas más adecuadas para el rendimiento de los suelos agronómicos y la calidad y/o diversidad biológica.

La herramienta permitirá reducir el impacto ambiental del cultivo del olivo, disminuir el consumo de agua y abonos nitrogenados, mejorar la resiliencia de los cultivos frente a los desafíos ambientales y fomentar la biodiversidad y conservación del suelo

José Antonio Carrasco, doctor en Biología Molecular y Project Manager de I+D en AGQ Labs, señala que el proyecto refuerza la colaboración de la empresa con la Universidad pública para la transferencia de tecnología, ya que se desarrolla en colaboración con el grupo de investigación BIO 181 Fitomicrobiomas como herramientas biotecnológicas, del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Universidad de Sevilla (US).

Carrasco explica que el microbioma del suelo, formado por los microorganismos que habitan en él, tiene un papel fundamental en el desarrollo y la salud de un cultivo, pudiendo influir en su resistencia a la sequía, en la disponibilidad de nutrientes como el nitrógeno o el fosforo, o en la resistencia a enfermedades, entre otros factores. Por tanto, el microbioma puede afectar a la resistencia del olivo al cambio climático, a su productividad y a la calidad de las aceitunas. Una vez finalizado el proyecto, esta tecnología se extenderá a cualquier tipo de cultivo.

Por ello, la herramienta que desarrolla AGQ Labs permitirá analizar las características de los suelos para el cultivo de olivo y predecir las necesidades y comportamiento en función de ellas, pero también permitirá en el futuro tomar decisiones a los agricultores respecto al tratamiento del suelo. El Dr. Carrasco afirma que “las nuevas generaciones de agricultores tienen cada vez más interés en las nuevas tecnologías, necesitan expertos y herramientas de asesoramiento que les ayuden en la interpretación de datos y en la toma de decisiones para el manejo de sus cultivos”.