Olimerca.- Un total de 100.000 olivos expropiados en Andalucía serán talados para construir una megaplanta fotovoltaica. Así lo denuncia SOS Rural, que advierte "del daño irreparable que supondrá este acto, del drama que están viviendo los agricultores del Valle del Guadalquivir", y une fuerzas con la Plataforma Campiña Norte de Jaén y la Plataforma Stop Megaplantas Solares Alto Guadalquivir.

“Los agricultores y vecinos del valle del Guadalquivir denuncian que las empresas promotoras están recurriendo a la fragmentación artificiosa de los proyectos fotovoltaicos, rebajando de manera engañosa la potencia producida por cada planta por debajo de los 50 megavatios para eludir controles más exigentes de las administraciones. Además, la mayoría de los agricultores se ven coaccionados a llegar a un acuerdo con las empresas promotoras, ya que es más ventajoso en términos económicos que la expropiación facilitada por la ley del sector eléctrico”, asegura SOS Rural.

Desde la Plataforma Campiña Norte de Jaén advierten que “la gente tiene que conocer cómo actúan estas empresas: especulan con nuestras tierras, a los propietarios les ofrecen un arrendamiento anual a 30 años entre 1.000 y1.500 euros por hectárea, y luego se lo revenden a fondos de inversión a 10.000 euros la hectárea, es decir, nos dan 10 veces menos que su valor real”.

Según un informe elaborado por la Cooperativa La Loperana, cada 500 hectáreas suponen unas pérdidas en rentas por producción de aceite de 2.000.000 € y 900.000€ en jornadas de trabajo

El proyecto 
Según SOS Rural, “la instalación solar proyectada que arrasará un olivar en plena producción de 100.000 olivos se sitúa entre los términos municipales de las poblaciones de Lopera, Arjona y Marmolejo, en la provincia de Jaén, en concreto 5 plantas con capacidad de 254,98 MW y una extensión de 895 hectáreas, el equivalente a 895 campos de fútbol”.

Añade que “en estos momentos existen, entre proyecto y ejecución, 18 plantas más en la comarca de la Campiña Norte de Jaén, por lo que estaríamos hablando de una capacidad aproximada de 1GW más, lo que supondría 3.222 hectáreas más y 320.000 olivos arrasados más. Estos olivares llevan plantados varias generaciones y supone la base de la economía familiar de muchas familias de la zona afectada”.

Según un informe elaborado por la Cooperativa La Loperana, cada 500 hectáreas suponen unas pérdidas en rentas por producción de aceite de 2.000.000 € y 900.000€ en jornadas de trabajo. “Pensar que familias de agricultores que llevan generaciones viviendo de sus olivos no tengan ningún poder de decisión sobre su medio de vida, es simplemente inaceptable y propio de países bananeros”, denuncia SOS Rural.