Olimerca.- Tras un mes desde el inicio de la nueva campaña olivarera la organización italiana ASSITOL acaba de hacer un balance de la situación actual en el aceite de oliva recogiendo que "El descenso de cosecha en el sur está teniendo un impacto significativo en la cantidad total de aceite producido en Italia pero que gracias al clima que se ha mantenido suave, se ha reducido los riesgos asociados con la mosca del olivo, por lo que la calidad será de buen nivel", afirma Anna Cane, presidenta del Olive Oil Group.

No obstante, el coronavirus sí que está afectando en gran medida los pronósticos. “Los temas críticos de circulación y las restricciones a la movilidad han provocado grandes dificultades para encontrar mano de obra - subraya Canne -. Esto ha provocado retrasos y ralentizaciones en la organización del trabajo”.

La buena noticia es que finalmente se ve la luz en la larga historia de Xylella en Puglia, gracias al inicio de la producción de cultivares como Favolosa, capaz de resistir el parásito que provoca la desecación de los olivos. “Un objetivo que se debe a la investigación científica - comenta Anna Cane – y a la innovación en agronomía. De hecho, centrar todo en la tradición ha significado, durante demasiado tiempo, marginar la ciencia y las buenas prácticas agrícolas, que pueden hacer mucho no solo contra Xylella, sino para ayudar al sector a producir más, con costos razonables y una mayor rentabilidad para todo, sin descuidar la atención al medio ambiente”.

Los temas críticos de circulación y las restricciones a la movilidad han provocado grandes dificultades para encontrar mano de obra, subraya Canne

Es la propia cadena de suministro la que reconoce que las plantas actuales necesitan urgentemente una renovación y expansión. Solo así se podrá incrementar la producción de aceite de oliva que, incluso en los mejores campos, apenas supera las 350 mil toneladas y, por tanto, es completamente insuficiente en comparación con las necesidades nacionales y extranjeras, equivalente a casi un millón de toneladas en total.

“La respuesta de la industria italiana al déficit de producción es mezclar - subraya el presidente de los empresarios - las empresas, combinando aceites de diferente origen y sabor, han creado productos únicos, constantes en el tiempo y apreciados por los consumidores italianos y extranjeros. Pero para remunerar adecuadamente al sector es necesario modernizar los procesos productivos”. Un esfuerzo que para ASSITOL “debe preocupar a todos los actores de la cadena de suministro”.

La crisis Horeca por la emergencia sanitaria también pesa sobre el sector del aceite de oliva. “Hasta ahora, el consumo interno y la buena tendencia exportadora nos han permitido sostener la ralentización de las ventas en la restauración, que vale alrededor de un tercio del mercado nacional -enfatiza el presidente del grupo oleícola ASSITOL-. Una parada más nos hace temer nuevas repercusiones negativas en el sector que, a pesar de las dificultades, ha seguido creando valor en estos meses complejos”.