Olimerca.- El 40% del alpeorujo nacional, unos 2,8 millones de toneladas, que se gestiona en las plantas extractoras de orujo de oliva se lleva a cabo a través de plantas de cogeneración. Es decir, utilizan el calor que producen estas plantas para secar el alpeorujo de una manera sostenible y económica, a la misma vez que producen electricidad.

Un proceso que se mantiene gracias a la remuneración que desde la administración se   concede bajo los conceptos de retribución a la inversión y retribución a la operación. Ahora, con la subida del precio del gas y de la electricidad o el aumento del precio del CO2,… la retribución a la operación que se venía otorgando a las plantas de cogeneración puede ser claramente insuficiente. Si la Propuesta de Orden por la que se actualizan los parámetros retributivos de las instalaciones de cogeneración en el sector orujero para el año 2022 se aprueba tal y como ha publicado el MITECO, provocará en la presente campaña pérdidas millonarias en cada una de las plantas.

Y a escasos cuatro meses para que se inicie la campaña de recogida de la aceituna las grandes compañías que cuentan con una planta de cogeneración como Acesur, Migasa, Sierra Sur, San Miguel Arcángel o El Tejar, se enfrentan en estos momentos a una gran incertidumbre por el futuro de su actividad, debido a la falta de rentabilidad para finalizar el procesado del orujo de la presente campaña y de la que viene, lo que provocaría un más que posible colapso del sector del aceite de oliva.

El problema más acuciante en estos momentos se encuentra en la orujera San Miguel Arcángel en Villanueva del Arzobispo (Jaén) que tiene todavía almacenados 280.000 toneladas de alperoujo y que si la planta eléctrica deja de funcionar no podría secar y tratar toda esa cantidad de subproductos.
En declaraciones de Cristóbal Gallego, recientemente nombrado gerente de la orujera, “estamos ante un grave problema con importantes consecuencias medioambientales y que necesita de una solución urgente que evite la paralización de la próxima campaña del aceite de oliva en nuestro país”.

En este contexto, desde el conjunto industrial del sector oleícola nacional (Aneo, Cooperativas agroalimentarias, Anierac, Asoliva, Infaoliva y Almazaras Federadas de España) han solicitado al MITECO que se tengan en cuenta las características de las plantas de secado de orujo y se adecue la prima energética a las características de estas industrias para evitar el cierre de las mismas y además ayudar a ser más sostenibles medioambientalmente.