Olimerca.- Malas noticias para los importadores de aceites de oliva de la cuenca del mediterráneo. Además de las menores disponibilidades dentro de los principales países productores, como España o Italia, ahora el mercado en general volverá a sufrir nuevas tensiones a partir del 1 de enero, fecha en la que el gobierno de Marruecos cierra oficialmente sus fronteras a la exportación de aceite de oliva, tanto a granel como envasado, lo que sin duda supondrá una mayor dificultad para aquellos importadores españoles que en 2022 compraron en Marruecos en torno a las 7.400 toneladas.

A esta medida hay que unir la nueva política de tasas del gobierno de Túnez para la exportación de aceite de oliva que ha pasado del 1% (tanto para granel como envasado) al 4% para los aceites de la categoría lampante y orujo y del 2% para la categoría de virgen y virgen extra. Y sin descartar el potencial cierre de las fronteras en función de las necesidades del sector y del consumo interior que se podría adoptar en el corto plazo.

Y en este contexto, no hay que olvidar el cierre de fronteras aplicado por Turquía a sus aceites de oliva a granel, lo que sin duda compromete en gran medida el conjunto de disponibilidades de cara a los próximos meses.

Y si ponemos el punto de vista en positivo, podemos observar que el mercado de Estados Unidos podría quedar más despejado para operadores españoles dado que no tendrían la competencia de operadores de Marruecos o Túnez.