Olimerca.-  La sensación de inseguridad y de cierto nivel de miedo por lo que pueda pasar en España en las próximas semanas en el mercado del aceite de oliva en origen se está trasladando a los precios de una manera alarmante.

En escasas dos semanas las cotizaciones en origen no han parado de subir hasta llegar a niveles nunca vistos e insospechados al inicio de la campaña actual. Y es que al cierre de la semana tercera de junio los aceites con destino a refinería ya se cerraban algunos contratos en los 6,00€/kg e incluso se pedían los 6,10€/kg.

Y si hablamos de la categoría de aceite de oliva virgen la situación es todavía más complicada, dado que a estas alturas de campaña muchos de estos aceites están siendo utilizados para refinar dado que no hay muchas partidas genuinas de aceites lampantes. Así, la oferta no baja de los 6,30€/kg llegando incluso a los 6,50€/kg.

Pero es en la categoría virgen extra donde la tensión del mercado es cada día más agudizada. Así al 24 de junio nos hemos encontrado ya posiciones vendedoras en los 7,00€/kg y sin interés por negociar un céntimo a la baja. 

Aquellos envasadores que necesiten cubrir sus necesidades con aceites de la máxima calidad se tendrán que apretar el cinturón porque los grandes aceites de oliva no se pueden comprar por debajo de los 6,60€/kg. Y además, tenemos al acecho a los operadores italianos que, a estas alturas, intentan cerrar los contratos más urgentes para poder pasar la travesía del verano sin demasiados sobresaltos.

Está claro que entramos en una etapa en la que la presión viene dada por las exiguas existencias de aceite en las almazaras. Aunque también es cierto que si las lluvias nos siguen acompañando este verano aliviando la dura sequía en el campo, habrá que estar ojo avizor ante un posible ajuste a la baja en los precios en origen, a medida que se vaya confirmando la cosecha 23/24 que podría mejorar sensiblemente.